La normalidad ha vuelto a la Granja d'Escarp (Segrià) después de que el grupo de temporeros de la fruta que convocó un paro el lunes para reclamar mejoras en sus condiciones laborales decidieran volver a trabajar este martes después de reunirse con el alcalde, Manel Solé, aunque muchos ya lo hicieron el mismo lunes por la tarde. Posteriormente, Solé también mantuvo un encuentro con los agricultores del municipio que le trasladaron su indignación por la situación generada a raíz del paro y lamentaron que se les haya "criminalizado" y tratado de "ladrones". "Se ha dado imagen del sector agrario, del municipio y del Baix Segre que no se corresponde a la realidad y reclamamos que esto se dignifique", ha afirmado Solé. El alcalde ha puesto de relieve que, a pesar de que algún agricultor pudiera estar pagando por debajo del precio que establece el convenio del campo, tal como denunciaban los temporeros, muchos de los empresarios agrarios de la población están pagando incluso por encima del salario que fija la ley. En este sentido, recordaron que de los 6,18 euros/hora que establece el convenio y que exigían cobrar los temporeros, hay que restarle las retenciones y el alojamiento. En este sentido, el alcalde ha atribuido muchas de las reclamaciones de los temporeros a la "desinformación".
La plaza Mayor de la Granja d'Escarp estaba totalmente vacía este martes, a diferencia de lo que sucedía la mañana del lunes cuando se concentraron un centenar de temporeros que participan en la campaña de la fruta que convocaron un paro para denunciar que algún agricultor les estaba pagando por debajo del salario que establece el convenio del campo. Después de reunirse de nuevo por la tarde con el alcalde del municipio, Manel Solé, los temporeros decidieron deponer su protesta y volver a trabajar nuevamente. Algunos ya lo hicieron el mismo lunes por la tarde, mientras que otros lo han hecho este martes, según ha explicado Solé.
Por la noche, el alcalde mantuvo un encuentro con los agricultores de la localidad y representantes de Asaja donde expresaron su indignación por la situación a la que se había llegado pero, sobre todo, por el hecho de que desde algunos medios de comunicación "se haya criminalizado el sector" agrario, tildando a los agricultores de "ladrones". Solé ha explicado que durante el encuentro los empresarios agrarios mostraron las nóminas que están pagando a sus trabajadores, y en las cuales se pudo comprobar que, en muchos de los casos, están pagando a los temporeros incluso por encima de lo que establece el convenio del campo de Cataluña. "Quizás puede haber algún agricultor que pagara por debajo pero la mayoría lo están haciendo bien", ha sentenciado Manel Solé.
"Se ha dado imagen del sector agrario, del municipio y del Baix Segre que no se corresponde a la realidad y reclamamos que esto se dignifique", ha reivindicado el alcalde, en nombre de los agricultores de la población. Asimismo, algunos de los agricultores que se reunieron con Solé aseguraron que muchos de los temporeros que este lunes no fueron a trabajar y se concentraron en la plaza de delante del Ayuntamiento, "estaban coaccionados y no venían voluntariamente", según ha manifestado el alcalde de la Granja d'Escarp.
Manel Solé ha remarcado que al salario bruto que establece el convenio del campo, que es de 6,18 euros la hora, hay que restarle las diferentes retenciones con lo cual el salario neto se sitúa entorno a los 5,66 euros la hora. Pero, además, si el empresario facilita alojamiento hay que descontar del salario bruto un 10% de la nómina que acaba recibiendo el trabajador. Sin embargo, hay que tener presente que el agricultor no tiene la obligación de facilitar un alojamiento a los temporeros si estos no han sido contratados en origen, como no era el caso de los temporeros que secundaron la huelga. Por eso, Solé ha atribuido el paro que convocaron a la "desinformación" de los temporeros en relación con las condiciones que marca el convenio del campo.
Por otro lado, los temporeros concentrados este lunes denunciaban que en algunos de los casos tenían que vivir en alojamientos en malas condiciones, quejas que según Solé "no se corresponde con la realidad" de lo que se ve en el municipio. Sobre esta cuestión, el alcalde ha asegurado que la mayoría de los agricultores ceden alojamientos en un estado "correcto" pero "hay algunos temporeros que deciden no alojarse en el alojamiento que les ofrece el agricultor con el fin de no sufrir ningún recorte en la nómina por este concepto y ocupan viviendas o van a vivir a alguna mina".
La protesta de la Granja d'Escarp llegó después de la protagonizada la semana pasada por otro grupo de temporeros en el municipio de Seròs (Segrià), que también decidieron no ir a trabajar el jueves y el viernes por la mañana para exigir también cobrar lo que establece el convenio del campo. Después de la mediación del alcalde Gabriel Pena y de recibir el compromiso de aquellos agricultores que estaban pagando por encima del convenio, también levantaron la protesta y volvieron al campo.