Las jornadas Gresol reúnen a miembros destacados de los ámbitos empresarial, político, económico, social y cultural del país. Hoy Fira de Tortosa ha acogido la XVI edición. Oriol Aspachs, director de Macroeconomía y Mercados Financieros en Caixabank, ha impartido la conferencia "Perspectivas 2017-2018: recuperación en marcha".
El ponente ha comenzado con un breve análisis de la situación económica mundial, en la que anticipa un crecimiento de un 3,5 % aproximado, superior al del año 2016. Aun así, ha subrayado la existencia de una "lista más que sustancial de factores que generan incertidumbre", como "el auge del populismo, derivado de la gestión de la globalización y de la de los beneficios de la 4ª revolución industrial, que ha llevado a un incremento de la desigualdad en la mayoría de países desarrollados".
Según Aspachs, la ciudadanía tiene la percepción de que la inversión de un gran esfuerzo no conlleva necesariamente un puesto de trabajo, dado que "las nuevas tecnologías sustituyen muchos trabajos administrativos". En consecuencia, "hay que repensar los mecanismos para repartir las ganancias".
Ha subrayado las "políticas acomodaticias" adoptadas por el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de EE. UU. ante la crisis, unas políticas que se mantienen, a pesar de la recuperación económica: "Ya hace 8 años que la economía estadounidense está en crecimiento".
Asimismo, ha expresado la preocupación en cuanto a los "desequilibrios económicos" en los que se encuentra inmersa China, a raíz del cambio de modelo productivo. Estos desequilibrios suponen un "factor de riesgo" para la economía global.
En el capítulo referente a la economía española, Aspachs ha celebrado "la magnífica recuperación tanto del empleo como del PIB, el doble de la esperada por la mayoría de analistas económicos". Esta recuperación es producto de "factores temporales", como la política monetaria comunitaria y el precio del petróleo, ambos favorables para el Estado. Una vez disipado el efecto de estos factores, "habrá una cierta desaceleración, pero España mantendrá un crecimiento superior al de la mayoría del resto de países desarrollados".
En cuanto al mundo laboral, "desde hace 3 años se crean casi medio millón de puestos de trabajo anuales". A pesar de estas cifras, "la calidad y la distribución de esta ocupación son preocupantes". Reconoce que "los salarios españoles han crecido menos que los de nuestros competidores, lo que ha devuelto la economía a unos niveles de competitividad similares a los de principios de los años 2000", no en vano se ha dejado atrás la tendencia dominante durante muchos años, en la que las importaciones superaban las exportaciones, con la consiguiente "deuda externa peligrosa", que actualmente está decreciendo.
Cabe subrayar "la consolidación de la internacionalización de la economía española", muy especialmente en lo que se refiere al sector turístico español y catalán, "el número 1 global en competitividad", con un nivel destacado de seguridad.
En cuanto al sector inmobiliario estatal, "ha crecido la demanda, sobre todo en la costa" y, en definitiva, se encuentra en un momento "de clara expansión, después de la travesía del desierto" de los últimos años.
MARTA MILIAN ARIÑO