La variación anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente al mes de enero de 2022 es del +3,6%, un hecho que muestra cómo los precios se han incrementado en un 0,3% respecto a diciembre de 2021. Según publica este lunes el departamento de Estadística, la inflación subyacente, que es la variación del IPC sin tener en consideración los productos energéticos y frescos, se sitúa en el +1,7% en relación con el mismo mes del año anterior.
El IPC muestra dos comportamientos diferenciados. Por un lado, los precios de los productos frescos tienen una tendencia a la baja, ya que pasan del +5,4% el mes pasado al +4,3%. Por el contrario, en el caso de los productos petroleros se registra una tendencia al alza, ya que pasan del +31% durante el mes pasado al +31,9%. Por otra parte, el resto de productos mantienen una progresión más mesurada, lo que explica la diferencia entre el índice general y la inflación subyacente.
Desde el mes de abril los índices de precios de consumo han sufrido un fuerte incremento, básicamente debido al aumento de los precios de los productos petroleros. Si bien el conocimiento es generalizado en todos los países, como ocurre con el grupo de alimentación, aunque en menor medida que en el grupo de productos petroleros, sobresalen ciertas divergencias entre Estados. En este sentido, cabe remarcar el comportamiento divergente entre España y el resto de países, esencialmente motivada por el incremento de los precios de la electricidad y que, en el caso de Andorra presentan una variación nula.
