1.617 agentes de los Mossos d'Esquadra reforzarán la seguridad de las carreteras catalanas en el dispositivo especial que el cuerpo policial y el Servei Català de Trànsit (SCT) han diseñado con motivo del puente de Todos los Santos. El operativo comenzará a las tres de la tarde del viernes 28 de octubre y terminará a la medianoche del martes 1 de noviembre. Se prevé que hasta las tres de la tarde del sábado 29 de octubre 475.000 vehículos salgan del área metropolitana de Barcelona y que entre las doce del mediodía y las doce de la noche del martes 1 de noviembre regresen 265.000. Esta es la segunda operación especial de otoño y Trànsit prevé que los destinos hacia montaña y puntos del interior de Cataluña concentren la mayoría de los desplazamientos.
El SCT considera que las vías con una movilidad más elevada serán las que acceden hacia zonas de montaña y el interior como la C-16, la C-17, la C-14 y la C-55, así como también la N-145 de entrada al principado de Andorra. También se prevén retenciones importantes en la B-23 y la C-58, tanto durante la salida como en el regreso. Además, en la operación retorno también se puede complicar la situación en la A-2, en los tramos de Jorba y entre Castellolí y Abrera.
Desde la liberación de los peajes en la autopista AP-7 y C-33 la movilidad se ha incrementado en estas vías, por lo que el SCT espera que este puente ambas vías también sean puntos problemáticos. El dispositivo también tiene en cuenta la movilidad hacia cementerios y no descarta retenciones en determinados momentos en los accesos.
El dispositivo de movilidad de los Mossos, que prevé el despliegue de 1.617 efectivos de tráfico, controlará tanto las vías de máxima movilidad como las secundarias. Donde se prevé más circulación se llevarán a cabo 1.310 controles (331 de alcoholemia y drogas, 241 de seguridad pasiva, 189 de motocicletas, 254 de distracciones, 207 de velocidad y 22 de transportes).
