Los Mossos d'Esquadra han reconstruido este martes el robo por parte de dos personas en una gasolinera de Lleida, que terminó con la muerte de uno de los presuntos ladrones tras recibir un disparo mortal de un agente durante la persecución policial que se desarrolló desde el barrio de Balàfia de Lleida hasta la Bordeta. El juzgado que lleva el caso ha ordenado la reconstrucción de los hechos para poder aclarar si se cometió algún delito. La reconstrucción, que se ha centrado en el descampado del barrio de la Bordeta donde perdió la vida uno de los dos atracadores mientras intentaban huir de la policía, se ha iniciado hacia las 13 horas y ha contado con la participación del ladrón que fue detenido por los Mossos d'Esquadra y del agente de este cuerpo que disparó el tiro mortal que acabó con la vida del otro atracador, así como de otros mossos que también participaron en la persecución. También han participado en la reconstrucción de los hechos los abogados de las diferentes partes, un secretario judicial, representantes de la fiscalía y numerosos agentes de los Mossos, entre los cuales responsables de la investigación del caso. El robo tuvo lugar a las 19.37 horas del 21 de mayo de 2017.
Ese día, los ladrones se llevaron el dinero de la caja registradora tras herir levemente al trabajador del establecimiento con un destornillador. A continuación, huyeron en una furgoneta y los responsables de la gasolinera llamaron a los Mossos d'Esquadra y les dieron la descripción de los dos ladrones y el vehículo. Entonces comenzó la persecución policial que cruzó toda la ciudad y hasta llegar al barrio de la Bordeta. En la avenida Pla d'Urgell de Lleida, el vehículo que conducían los presuntos atracadores impactó contra un coche aparcado. Aun así, continuaron circulando a toda velocidad hasta llegar al camino de la antigua hípica y entraron campo a través hasta que chocaron contra una valla. Entonces los dos ocupantes continuaron la huida a pie perseguidos por los Mossos. Según explicaron entonces los Mossos d'Esquadra, durante la persecución a pie los agentes ordenaron a los ladrones que se detuvieran y realizaron disparos intimidatorios. En el transcurso de este operativo policial para detener a los presuntos ladrones, uno de ellos resultó herido mortalmente por arma de fuego y el otro detenido. El Área de Investigación Criminal de la Región Policial Ponent se hizo cargo de la investigación. Según explicaron fuentes cercanas al caso a la ACN, el agente disparó porque el ladrón encañonó a los agentes con una pistola, que luego se dijo que era simulada, y "se sintió amenazado". El presunto ladrón sobreviviente, sin embargo, declaró en sede judicial que ni él ni su compañero muerto llevaban armas. El juzgado de instrucción número 1 de Lleida ordenó prisión provisional comunicada y sin fianza para él y lo acusó de un delito de robo con violencia e intimidación. Este juzgado tiene abiertas dos causas; una por el atraco y la otra en relación a la muerte del presunto atracador.
