No se han hecho esperar las reacciones de los diferentes grupos y concejales del Ayuntamiento de Lleida ante una de las noticias políticas más destacadas del año, y es que, después de 14 años al frente de la Paeria, Àngel Ros deja la alcaldía para ser el embajador español en Andorra. En La Ciutat de Lleida hemos hablado con los portavoces de las diferentes agrupaciones municipales para saber qué piensan respecto a la marcha del líder socialista y su gestión desde que entró en el consistorio.
El concejal de la Crida per Lleida-CUP, Francesc Gabarrell, valora positivamente que Ros deje el consistorio, pero lamenta que permanecerá "el modelo político del PSC". Se ha mostrado sorprendido por la noticia, pero considera que "no habrá diferencia, ya que se marcha para poner a otro como Larrosa o Mínguez y, por lo tanto, el modelo de la ciudad será exactamente el mismo". Critica que se trata de una "una salida patética" y que "para hacerlo así podría haberlo hecho antes".
Por otra parte, el concejal del Comú de Lleida, Sergi Talamonte, le desea lo mejor en el ámbito personal, "suerte y salud" en este nuevo cargo, "pero a nivel político no puedo más que celebrar que se marche un alcalde nefasto para la ciudad". "Nos deja una Paeria, una EMU (Empresa Municipal de Urbanismo) y un Parque Científico absolutamente endeudados", apunta Talamonte. Considera que la gestión de Ros "deja un gravísimo drama social en muchos barrios, un Urbanismo con muchísimos aspectos por solucionar y unas expectativas de futuro con muchos problemas que aún están por resolver". En conjunto, considera que su marcha es "una buena noticia, a pesar de todos los problemas pendientes que ha dejado sobre la mesa".
El portavoz del grupo del PDeCAT, Toni Postius, recuerda que ya anunció que Ros estaba buscando una salida al frente de la Paeria "porque es evidente que en las próximas elecciones llegará un cambio al Ayuntamiento", el cual "no pasa en ningún caso por los socialistas ni por el tripartito del 155". Califica como "polémico" este último mandato, el cual "ha estado marcado por el pacto con Ciudadanos y con el punto y final al uso preferente de la lengua catalana en Lleida". También ha criticado el "tripartito del 155" cuando éste "muchas veces aprueba cosas en contra de la voluntad mayoritaria de la ciudad". En este sentido, remarca otros episodios polémicos vividos en los últimos años en la capital del Segrià, como "el expolio" del Museo de Lleida, las placas franquistas en las calles de Lleida y "la vergüenza colectiva vivida durante el 1 de octubre, cuando el alcalde definió como 'proporcionadas' las cargas policiales". "Estamos viviendo un final de etapa de 14 años de alcalde Ros y de 40 del partido socialista en la ciudad de Lleida", apunta Postius, afirmando que en las próximas elecciones municipales de 2019 "habrá un gran cambio". Finalmente, le desea a Àngel Ros todos los aciertos en esta nueva etapa "y que sean mucho mejores que los de este mandato".
Por su parte, la concejala del grupo de Ciudadanos, Ángeles Ribes, deja de lado cualquier valoración de las decisiones personales de cada uno, pero, desde el punto de vista político, "la noticia deja una gran incertidumbre teniendo en cuenta que estamos a pocos meses de las elecciones municipales". "Esperamos que siga habiendo la misma reciprocidad para que Lleida siga siendo referente a nivel institucional de respeto a la ley y al Estado de Derecho en Cataluña", apunta Ribes. Aún así, considera que "las crisis de cualquier partido no deben influir en la vida de los vecinos de la ciudad" y que, después de tantos años, "Ros ha tenido sus altibajos, de igual manera que los alcaldes y demás cargos públicos importantes". La portavoz recuerda cómo toda su vida política en la ciudad la ha vivido con él como alcalde y que "no es bueno mantener mayorías absolutas durante tanto tiempo". Finalmente, valora positivamente "la actitud receptiva y disposición" mantenida por parte del equipo de gobierno "a la hora de negociar y llegar a acuerdos por el bien de la ciudad".
El portavoz del Partido Popular en la Paeria, Joan Vilella, no se muestra sorprendido por la decisión de Ros, "ya que era vox populi que no acabaría el mandato y pienso que esta situación le supondrá un alivio", apuntando que su mandato "no ha sido fácil y lo ha pasado mal". Considera que el nombramiento de embajador "es una salida digna" a su etapa política como alcalde de Lleida. "Estaba acostumbrado a gobernar en mayoría, sin tener que llegar a pactos y la correlación de fuerzas políticas de este mandato en el ayuntamiento ha trastocado sus planes", dice Vilella. Aún así, valora positivamente el hecho de haber tenido que pactar con otros grupos municipales. También apunta que Ros ha recibido "presiones muy fuertes" por parte de los sectores independentistas y que "le ha hecho pasarlo muy mal y dificultado el mandato"
Finalmente, al portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Carles Vega, no le sorprende esta salida afirmando que "el nombramiento se esperaba desde hace semanas". Vega critica el legado político de Àngel Ros al definirlo como "el alcalde del pacto de la vergüenza con Ciudadanos, el del 155, el del papel patético del 1 de octubre, de los incumplimientos sistemáticos, el de la incompetencia en aspectos trascendentales de la ciudad como el nuevo POUM y, en definitiva, el de las políticas de escaparate, más efectistas que efectivas". Haciendo balance del mandato, Vega considera "más que mejorable" la gestión del socialista y espera "que en la embajada de Andorra deje un pabellón más alto que el que ha dejado aquí".
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