Los estibadores inician este lunes tres jornadas de huelga. El lunes es festivo en Barcelona y, según han indicado fuentes del Puerto, la actividad será la misma de un domingo. En Tarragona, en cambio, no es fiesta y se prevé la actividad de siempre. El paro será durante las horas impares de las 8 de la mañana del lunes a 8 de la mañana del martes, la misma franja horaria para las otras dos jornadas de huelga, convocadas para el miércoles y el viernes. En la última reunión mantenida con la patronal el jueves pasado los sindicatos decidieron mantener las jornadas de huelga tras un "cambio de discurso" de la patronal que, según aseguran, "ya no se compromete con la subrogación de los trabajadores".
La huelga del sector afectará al movimiento de diversas mercancías en los puertos. En las instalaciones de Barcelona los estibadores mueven vehículos; contenedores con materiales como muebles, comida refrigerada, ropa, electrodomésticos; graneles como café, soja y cacao, y también chatarra o materiales siderúrgicos. De los vehículos que pasan por el Puerto de la capital catalana, la mayoría son de Seat. Esta empresa, sin embargo, no prevé tener grandes problemas, ya que desde hace meses que está avanzando todo lo que puede las exportaciones de los vehículos que fabrica y ha dejado espacio en la planta de Martorell para acumular todas aquellas unidades que no podría enviar a causa de una eventual huelga de estibadores. El 45% de los coches que se fabrican en Martorell se envían por vía marítima, la mayoría por el puerto de Barcelona.
Tras la reunión mantenida el jueves pasado con Anesco, los sindicatos aseguraron sentirse "engañados" tras un "cambio de discurso" de la patronal respecto a la reunión del pasado 23 de mayo. En este sentido, la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar asegura que la patronal "no garantiza" la subrogación y no se compromete "en nada". "Lo que exigimos es que cumplan con la palabra dada y garanticen todos los puestos de trabajo y también que se comprometan a formar parte de los Centros Portuarios de Ocupación", reclamaba el coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, Antolín Goya.
De este modo, se habían roto las negociaciones entre patronal y sindicatos, que afirmaban que la "única herramienta" que les quedaba a los trabajadores para conseguir que las empresas "asuman" el principio de acuerdo era ejercer el derecho a la huelga. Así, los sindicatos decidieron mantener la huelga para los días 5, 7 y 9 de junio y el viernes presentaron un preaviso de nueva huelga que comenzará el 14 de junio con un paro de 48 horas ininterrumpidas y continuará durante las horas impares de los días 19, 21 y 23 del mismo mes.
Por su parte, en un comunicado Anesco reiteraba su compromiso para garantizar el empleo de los actuales trabajadores de la estiba y señalaba que pidió a los trabajadores constituir la comisión negociadora del convenio de un nuevo acuerdo marco para la regulación del sector y negociar simultáneamente los puntos que deberán ser definidos a nivel de cada uno de los puertos, según apuntaba. Asimismo, la patronal denunció "huelgas encubiertas" de los estibadores en varias empresas y aseguró que desde el jueves se estaban produciendo descensos de producción del 70% respecto al ritmo de trabajo habitual.
El presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra, advirtió el viernes sobre el impacto "negativo" que la huelga de los estibadores tendrá en los puertos del Estado y en la economía en general. Cambra pidió a las partes que "profundicen en el diálogo" tras los "pasos importantes" que se lograron con la modificación y posterior aprobación por parte del Congreso del decreto de liberalización de la estiba. La comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, también se mostraba confiada en que empresas y sindicatos del sector de la estiba pudieran llegar finalmente a un acuerdo y no fue así. Bulc defendía que "el diálogo social es importante para gestionar un tema complicado como el de los estibadores". "Si acaban pactando todos se beneficiarán y si no todos perderán", añadía Bulc, que se mostraba comprensiva con las reclamaciones de los sindicatos y de las empresas del sector.
