La cooperativa Roba Amiga ha recogido 1.223.462 kg de ropa usada en las comarcas gerundenses durante 2017. Por comarcas, la que más ha recopilado ha sido el Gironès, con 315.925 kg seguida del Alt Empordà, con 291.981. La Selva ha recogido 155.739 kg, el Baix Empordà 154.531 y la Garrotxa, 151.170. El Ripollès y el Pla de l'Estany son las que menos han entregado a la cooperativa con 91.203 y 62.913 kg, respectivamente. Precisamente, Banyoles ha anunciado este jueves que ha conseguido recopilar 54.735 kg de ropa en los ocho contenedores que hay en la ciudad a lo largo del año pasado. La cifra, aseguran, es la más alta registrada en los últimos cinco años. El año que recogieron más fue en 2011 con 75 toneladas. Con los datos globales, la recogida ha experimentado un crecimiento de un 5% en la demarcación en relación a 2016, cuando se consiguieron 1.164.097 kg.
La cooperativa Roba Amiga, dedicada a la recogida solidaria de ropa usada, recaudó 1.223.462 kg de ropa usada durante todo el 2017 en las comarcas gerundenses. Se trata de un incremento de un 5% respecto a 2016, cuando se recogieron 1.164.097 kg. La entidad cuenta con 421 contenedores distribuidos por toda la demarcación. Por comarcas, la cifra más alta se ha registrado en el Gironès con 285.342 kilogramos seguida del Alt Empordà, donde han recogido 290.649. La Selva ha recogido 155.739 kg, el Baix Empordà 154.531 y la Garrotxa, 151.170. Y el Ripollès y el Pla de l'Estany son las que han recaudado menos con 91.203 y 62.913 kg, respectivamente. En el caso concreto de Banyoles, el consistorio ha anunciado hoy que han recogido 54.735 kg, el dato más alto registrado en los últimos cinco años. En 2011 recopilaron 75 toneladas. El municipio dispone de ocho contenedores distribuidos en diferentes puntos. La Cooperativa Roba Amiga y la empresa de inserción ADAD l'Encant son los encargados de la gestión de los contenedores y de la recogida de la ropa. Con la gestión de la ropa usada recogida se atiende a más de 100 personas anualmente en el municipio, se crean puestos de trabajo para colectivos en riesgo de exclusión social y se garantiza la entrega social de ropa para familias en riesgo de exclusión. Una vez recogida esta ropa es restaurada y se redistribuye en centros de ayuda como Cáritas de Banyoles o las propias tiendas de Roba Amiga, donde se vende a un precio asequible a las personas más necesitadas.
