Los cazadores inician la temporada de caza con la vista puesta en el jabalí en Tarragona

11 de octubre de 2018 a las 08:36h

Los cazadores de la demarcación de Tarragona están preparados para la apertura de la veda general de caza, con la autorización de la caza menor que comienza este domingo y se extenderá hasta el 2 de febrero. En el Campo, lo hacen con la vista puesta en la tórtola, la perdiz o el zorzal, pero también en el jabalí, una especie que sigue siendo un problema por el exceso de población y que se puede capturar desde hace un mes. También en el conejo, con una población especialmente numerosa en el Baix Penedès, donde ya lo cazan desde hace semanas para reducir un foco. En el Ebro también se intensificará la lucha contra el conejo, que ha proliferado sobre todo en la zona de cítricos, y estarán pendientes de las aves acuáticas en el Delta, donde alertan que algunas han migrado. En Tarragona se han otorgado unas 14.000 licencias. El presidente de la Federación de Caza de Tarragona, Joaquim Vidal, explica que se encuentran muchos jabalíes "en zonas de avellana, de huerta y de agua", con los problemas que esto conlleva para los agricultores. "Es muy salvaje, muy astuto, y se mueve mucho, pero donde encuentra comida se queda quieto y se hace el dueño", ha detallado, describiendo una situación que se vive en otros puntos del país. Además, prácticamente no tiene enfermedades, cría mucho y no tiene depredación: "todo le va a favor". A partir de ahora, solo deben estar pendientes de la peste porcina africana, aunque aún no ha llegado al país. Las primeras batidas de jabalí, iniciadas en septiembre y permitidas hasta marzo en las comarcas tarraconenses, están dando unos resultados "óptimos", según Vidal, quien cree que esto augura que se terminará la temporada "con suficiente carne para poder tener los congeladores llenos".

En general, en Tarragona la temporada de caza menor comienza con buenas perspectivas. Las capturas en la demarcación están dirigidas a la tórtola, el zorzal, la becada, el conejo o la perdiz, que se encuentra en un estado más delicado por el cambio de usos en el campo, los pesticidas o el cambio climático, además de la presión de cazadores y depredadores. La campaña se extenderá hasta el primer domingo de febrero.

En cambio, según relata el presidente de la Federación de Caza de las Tierras del Ebro, Manel Royo, en el Ebro la presión del jabalí no es tan fuerte y considera su presencia "más débil que el año pasado". "Por las sequías que hemos tenido, en la zona de los Puertos ha desaparecido mucho", considera Royo, quien cree que es uno de "los peores años" para el jabalí, delimitado ahora a la zona de Amposta, Alcanar o Campredó. "Cuando no se encuentran bien en un lugar, lo abandonan y se van a otro donde tengan, sobre todo, agua", ha concretado.

En el Ebro, los conejos, preocupación de citricultores y viticultores que ven sus plantaciones devoradas, se encuentran sobre todo en la zona del Montsià y Baix Ebre. "Hace muchos años no nos dejaban cazar y, cuando se dieron cuenta, fue una invasión", ha explicado Royo. Los conejos encuentran en estos campos el agua y la hierba tierna que necesitan. Con la apertura de la caza, la Federación cree que se controlará aún más, sobre todo en zonas que limitan con las áreas privadas de caza.

También estarán atentos a si entra el zorzal -que el año pasado "no fue muy bien"-, a la cabra hispánica –con especial atención a la sarna-, o al corzo, que ha ido ocupando la zona más alta de las Tierras del Ebro y donde se hace un control para evitar que prolifere.

Pero donde los cazadores del Ebro estarán más pendientes durante la temporada de caza menor será en el Delta con las aves acuáticas. Royo alerta que hay "charcas muy deterioradas" y recuerda que hace tiempo alertan a la administración que "los hábitats de las acuáticas se están perdiendo". Entre otros factores, lo imputan a los secados de los campos por la lucha contra el caracol manzana. "Muchas, se irán; ya pasó el año anterior", ha lamentado.

Por otro lado, ya tienen el permiso necesario para capturar la polla de agua. La autorización necesaria para cazar este ave trajo problemas hace dos años, cuando la potestad de tramitar el permiso pasó del departamento de Agricultura al de Territorio y el proceso demoró las gestiones.

Este año, los cazadores están descontentos con la gestión que se ha hecho de las autorizaciones para cazar la tórtola turca en media veda. Según Royo, solo la mitad de las autorizaciones solicitadas se acabaron tramitando: "nos quedamos sorprendidos porque la tórtola turca es una especie invasora, que desplaza a la autóctona y que cada día prolifera más en zonas urbanas". Ahora tienen pendiente una reunión con el Departamento de Territorio y Sostenibilidad para saber los motivos por los cuales unos 1.700 cazadores no han podido cazar, mientras sí se han podido hacer en áreas privadas de caza.

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C CIUTAT
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