Una situación insólita fue la que se encontraron los transeúntes de la Calle Cervantes de la capital del Baix Ebre este pasado domingo. Y es que una persona estaba durmiendo en una cornisa del edificio que hay frente a la UNED, al borde del abismo.
Los vecinos alertaron a los servicios de emergencia de la inédita situación que se presentaron en pocos minutos en esta calle del Eixample tortosino. Dos dotaciones de Bomberos de la Generalitat llegaron al lugar del suceso y, dotados de una autoescalera, se aproximaron a la altura donde dormía el chico.
Lentamente, para evitar que hiciera movimientos bruscos y cayera al vacío, despertaron al bello -e imprudente- durmiente, y lo evacuaron de su lecho improvisado.
Parece que el chico, en el marco de las Fiestas del Renacimiento, que se celebraban en la localidad, hizo una ingesta excesiva de alcohol e, inconsciente del peligro, se subió por la fachada del edificio hasta el tejado, para dormir la mona. Al fin y al cabo, una anécdota divertida que podría haber acabado en tragedia.