Loli Felipe, delegada en Lleida de la Asociación de Celíacos de Cataluña: "Una persona celíaca gasta hasta 1.600 euros más al año por necesidad"

15 de enero de 2018 a las 09:38h

- ¿Qué acciones lleva a cabo desde la Asociación de Celíacos de Cataluña? Después de que los especialistas médicos diagnostiquen positivamente la celiaquía a una persona, esta es derivada hacia nuestra Asociación para ayudarla en su día a día. Estamos pendientes de diferentes aspectos que afectan a su nueva condición alimentaria, como son la familia, la cocina, la escuela, la compra de alimentos o las salidas a restaurantes entre muchas otras asistencias.

- ¿Cómo afecta el gluten al organismo de una persona celíaca? Mucha gente no conoce qué es el gluten y, aunque hay quien lo confunde con el azúcar o la leche, vemos cómo cada vez este conocimiento se extiende a más gente. En este sentido hemos puesto en marcha la campaña "#lestracescompten", con intención de concienciar y poner remedio a la desinformación existente en este campo. Las trazas cuentan, porque, aunque parezca que estas no pueden contaminar nuestros platos, en realidad sí lo hacen.

- A menudo, a las personas celíacas se les pregunta si lo son mucho o poco. ¿Es acertado hablar de diferentes niveles de afectación? Hace unos días leí un artículo que planteaba un ejemplo muy claro, comparando un diagnóstico positivo de celiaquía con el de un embarazo. Cuando una mujer está embarazada no lo está mucho o poco, pues con los celíacos pasa lo mismo. Aunque es incorrecto hablar de ser muy o poco celíaco, sí podemos distinguir entre personas sintomáticas y asintomáticas. La persona asintomática no sufre ninguna reacción a simple vista después de comer con gluten, pero puede provocar, por ejemplo, cambios en el estado de ánimo, nerviosismo o alteración con las tiroides altas. Mientras que con quien es sintomático, sumaríamos afectaciones más inmediatas, como descomposición, anemia, dermatitis y, a la larga, reducción de las defensas. Ambas personas son celíacas, pero existe esta disparidad en referencia a los síntomas.

- ¿Existe predisposición genética a desarrollar esta enfermedad? Sí existe esta predisposición, aunque, como ya sabemos, en términos de genética a menudo nos encontramos ante una lotería. Me refiero a que si, por ejemplo, tu padre o madre son celíacos no tienes por qué desarrollar esta enfermedad.

- ¿Cuánto gasta de media al año una persona celíaca en comparación con quien no lo es? Creo que ahora mismo, anualmente, la cesta de la compra es unos 1.600 euros más cara que las de quienes no deben preocuparse por adquirir productos sin gluten. Estamos hablando de productos de primera necesidad, como el pan o los cereales.

- Algunos países como Francia, Dinamarca o Finlandia ofrecen subvenciones a las personas celíacas para asumir el sobrecoste de los productos, sobre todo de primera necesidad. ¿Aquí se cuenta con algún tipo de ayuda por parte del Ayuntamiento, la Generalitat o del gobierno estatal? En Cataluña no recibimos ningún tipo de ayuda económica en este sentido, mientras que en otras regiones como Asturias o Navarra las personas celíacas sí cuentan con algún apoyo. Es importante remarcar que hacemos esta dieta por necesidad, no por gusto o porque se convierta en una moda, que realmente lo es. A título personal, considero que no solo se trataría de recibir una ayuda económica, sino que también bajen los precios. Se trata de una enfermedad, por la cual el consumo de gluten provoca todo tipo de malestares y perjuicios a nuestra salud. Normalizar el precio de estos productos es una necesidad y a la larga sería beneficioso para todos. ¿Por qué tenemos que pagar hasta un 100% más caros algunos productos, a menudo de primera necesidad, por el hecho de que no lleven gluten? Algunas marcas ofrecen productos que por naturaleza son aptos para nuestra dieta y el precio es relativamente bueno, pero en la gran mayoría de artículos el coste de estos es desmesurado.

- En 2015, la Agencia de Salud Pública de Cataluña (con la Asociación de Celíacos y los colectivos de médicos implicados) afirmaba que se trata de una patología que afecta a 1 de cada 100 personas, y que en Cataluña 9 de cada 10 no están diagnosticadas. Los datos nos indican que el 1% de la población es celíaca y que el 5-6% es intolerante al gluten, pero no celíaco. Es decir, tenemos, como mínimo, a un 7% de la población que demanda productos sin gluten. Pienso que estas cifras van aumentando año tras año y que cada vez más personas descubren que deben comer sin gluten. - Algunas personas siguen dietas sin gluten a pesar de no ser diagnosticadas. ¿Esto puede perjudicar de alguna manera a quienes sí tienen necesidad de seguir esta dieta? Considero que sí pueden perjudicar, porque la moda de comer sin gluten puede provocar que la industria alimentaria se muestre más reticente a reducir los precios de los productos. Varios artículos apuntan que se ha demostrado que es muy perjudicial comer sin gluten sin necesidad. Mal planteada, esta dieta puede conllevar diversas carencias nutricionales o excesos, por ejemplo, de grasas y azúcares.

- ¿Es cierto que es una dieta más saludable? Existe la creencia de que la dieta sin gluten hace adelgazar y no es del todo cierto. Puede convertirse en más saludable, pero no por el hecho de suprimir el gluten de nuestra dieta, sino porque a menudo esta decisión conlleva descartar alimentos como la pasta, la bollería, los fritos y demás hidratos. Se sustituyen por verduras, ensaladas y carne y pescado a la plancha. Esta es una dieta sana y equilibrada, pero no por el hecho de suprimir el gluten, sino por la mejora que supone en los hábitos alimentarios.

- Referente a los deportistas, ya sean de élite o aficionados, ¿se pueden ver perjudicados por el hecho de seguir este régimen alimentario? Hay casos de deportistas mundialmente famosos, como el tenista Novak Djokovic, que han hecho público que siguen una dieta sin gluten, y no sé hasta qué punto puede favorecer al colectivo. A mi parecer, este hecho da visibilidad a nuestra situación, pero también puede conllevar cierta desinformación. Muchas personas no miran el porqué se ha suprimido el gluten y se quedan con la conclusión de que con esta dieta se compite mejor. Da una imagen positiva, pero es necesario que la gente profundice más en la cuestión y conozca el por qué. Cada vez hay más celebridades que llevan la bandera para dar a conocer mejor la celiaquía, aunque se desconoce si muchas de estas son realmente celíacas o no. Por eso considero que este hecho no nos favorece si la gente no se interesa por conocer mejor nuestra enfermedad.

- ¿Considera que las empresas y la sociedad en general conocen esta enfermedad y están concienciados para hacer la vida más fácil a este colectivo? Creo que aún no están lo suficientemente concienciados, aunque cada vez más. En el caso de los restaurantes, ofrecemos hacer un "check list", expidiendo una acreditación que certifique que un local es apto para celíacos. En estos nos enseñan cómo cocinan, los productos que utilizan, qué tratamiento hacen y, en definitiva, la manera con que trabajan para ofrecer correctamente servicio a las personas celíacas. Es necesario que estos restaurantes vigilen con la contaminación cruzada, elaborando los platos sin gluten por separado y procurando que los utensilios utilizados se destinen exclusivamente a esta tarea.

- ¿Qué habría que cambiar de manera más urgente para mejorar el nivel de vida de estas personas? Creo que es necesario seguir concienciando a la sociedad, intentando conseguir que se normalice cada vez más y que en todas partes se ofrezca el mismo servicio a todos. En este sentido, no solo hablaríamos de los casos de celiaquía, sino de hacer frente a cualquier otra patología alimentaria. En el ámbito local, la restauración en Lleida debería estar más implicada para poder normalizar y ofrecer el mismo servicio a todas las personas, independientemente de sus intolerancias. Por otra parte, a nivel nacional sería necesario reducir el sobrecoste que supone seguir una dieta sin gluten, mediante algún tipo de ayuda económica o abaratando los productos que compramos por necesidad. Reitero esta idea porque es muy importante que la sociedad sea consciente de que nosotros no seguimos este régimen alimentario por gusto o por moda, sino por necesidad. Somos celíacos, no millonarios.