La Guardia Urbana de Barcelona detuvo un vehículo en pleno centro de la ciudad tras detectar que este había cometido una infracción de tráfico. El cuerpo policial vio que escondía 133 electrónicos bajo unas cajas de alimentos en el interior de la furgoneta.
Al preguntarle la procedencia de los dispositivos, este reconoció que era 'ilícita' y que eran para revenderlos. La Policía lo investiga por un delito de receptación