La plaza de la Catedral ha acogido por segundo año consecutivo el Slow Shop Market, un mercado creado para promover el comercio de proximidad, la sostenibilidad económica de la ciudad y la humanización de los barrios, en el que también se han desarrollado todo un conjunto de actividades lúdicas para los asistentes, como cuentacuentos para los pequeños, taller para aprender a tejer con las manos, mesa de juegos, composiciones florales, barra de cervezas y música, además de bailes de swing, entre otros.
El en jefe, Fèlix Larrosa, y el teniente de alcalde y concejal de Comercio, Rafael Peris, han visitado el mercado y han saludado a los promotores y paradistas, animándolos por la iniciativa. Se trata de un mercado que quiere visualizar aquellos comercios y empresas de servicios que buscan la diferenciación mediante los valores, la proximidad, la originalidad y la singularidad con el objetivo de potenciar el comercio y la economía local. Los socios que formamos parte del Slow Shop somos negocios no franquiciados, vecinos de Lleida que compiten con las grandes cadenas con creatividad y originalidad, con el fin de aportar un valor añadido y un servicio cercano a nuestros clientes. A lo largo de todo el día, se han llevado a cabo una cata de los productos y servicios con singularidad y creatividad, para que los visitantes pudieran disfrutar de una experiencia positiva y fomentar más la relación cliente-comercio. El primer año el Slow Shop Market tuvo muy buena acogida entre los asistentes y los clientes pudieron disfrutar de actividades como un desfile en la calle, una chocolatada, música, entre otros. Este segundo año, se ha querido ir más allá y que los asistentes formaran parte de los comercios, aprendieran técnicas y participaran activamente en este proyecto de comercio y ciudad, en definitiva, que lo conocieran de una forma más cercana.
