La concejalía de Participación, Ciudadanía y Transparencia, a través de los departamentos de Juventud y de Políticas para la Igualdad, ha elaborado el Protocolo contra las agresiones sexistas en las fiestas populares. El documento quiere ser una herramienta tanto de sensibilización como de respuesta ante una situación sexista y discriminatoria, rechazando estas situaciones y otorgando a la comunidad su responsabilidad
El protocolo es fruto de la colaboración con el colectivo Despertem el feminismo, con quien el Ayuntamiento empezó a trabajar en 2016 para promover una ciudad más igualitaria, libre de actitudes sexistas y discriminatorias, sobre todo basándonos en los contextos de fiestas y de ocio nocturno. El documento es, a su vez, una demanda que habían hecho los y las jóvenes del Consejo de Jóvenes de Secundaria del curso 2014-2015. La redacción del protocolo ha contado también con la implicación de otras entidades de la ciudad: Coordinadora de Esplai y Escoltes de Reus, Coordinadora de Danzas Tradicionales de Reus, H2O, Arsufesta y la Concejalía de Participación, Ciudadanía y Transparencia junto con la Concejalía de Cultura, el IMAC, la Guardia Urbana, la Concejalía de Salud y el SIAD del Ayuntamiento de Reus.
De este trabajo colaborativo salió el lema «Reus libre de actitudes sexistas y discriminatorias» y la campaña preventiva para la Fiesta Mayor de Sant Pere «¡Amo como quiero y a quien quiero, si digo sí, elegimos dónde; si digo no, buenas noches!».
El documento se abre a la adhesión de las entidades vinculadas con las fiestas populares. En este sentido, plantea la creación de espacios donde poder atender una posible agresión y/o discriminación en un entorno de fiesta popular. Este Punto Violeta, como se denominan, deberá estar debidamente señalizado, y las personas que sean responsables deberán estar debidamente formadas en relación al protocolo.
El protocolo fija pautas sobre cómo actuar ante un posible caso de acoso, tanto en relación a la persona acosadora como a la acosada, y describe itinerarios de atención en función de si quien agrede tiene una actitud dialogante o no; o de si la otra parte es consciente o no del acoso.
Si la conducta observada va más allá del acoso y puede ser considerada agresión, es necesario que los responsables del espacio se pongan en contacto directamente con el 112 o la Guardia Urbana 092.
Asimismo, el documento describe las siguientes recomendaciones:
- Procurar el empoderamiento de las personas agredidas.
- Una agresión sexista es un abuso de poder; no es un conflicto y/o un malentendido.
- Absolutamente nada justifica una agresión.
- Una agresión es una vulneración de los derechos: ya sea a un grupo como a una persona individual, es cosa de todos reaccionar y no tolerarlo.
- Hablar con la persona agresora no debe conducir a una confrontación directa y la aproximación hacia esta siempre será en pareja (una persona responsable no irá sola a hablar con la persona agresora).
- Respetar siempre la decisión de la persona agredida respecto a si quiere dar alguna respuesta o no a la conducta sexista y/o discriminatoria.
El objetivos del protocolo son:
- Promover una ciudad igualitaria, libre de actitudes sexistas y discriminatorias.
- Promover que las fiestas tengan un carácter inclusivo y respetuoso contando con una implicación colectiva.
- Generar espacios de fiesta que sean igualitarios y sin violencia, donde relacionarse de manera segura.
- Sensibilizar respecto a las actitudes sexistas y discriminatorias
- Dar una respuesta colectiva, con corresponsabilidad ante cualquier agresión y/o discriminación.
- Empoderar el entorno, para poder actuar ante cualquier agresión y/o discriminación.
