Las tortosinas tejen la clausura del 8 de marzo

09 de marzo de 2018 a las 11:55h

Ayer por la tarde el acto organizado por la Comissió Vaga Feminista Terres de l'Ebre en la plaza de Barcelona cerró con brillantez un 8 de marzo histórico en la capital ebrense. Cientos de personas escucharon los parlamentos de las miembros de la Comisión, para quienes "la simple convocatoria de una huelga feminista ha marcado un camino. Esta es una huelga internacional, y la hacemos porque hay una involución, una regresión en los derechos sociales". En el capítulo sanitario, denunciaron "los problemas crónicos que sufrimos las mujeres, relacionados con el sistema patriarcal: dolor de espalda, artrosis, trastornos inmunitarios… La respuesta del sistema sanitario es esencialmente la medicalización: somos las que consumimos más medicamentos, sobre todo antiinflamatorios, antidepresivos y ansiolíticos. Exigimos que el sistema sanitario incorpore la perspectiva de género. No queremos una pastilla para tratar los problemas sociales que sufrimos." Las prestaciones que perciben las mujeres al jubilarse también cobraron protagonismo a lo largo del acto: "Reivindicamos una pensión digna para todas las mujeres que han estado trabajando toda la vida 24 horas diarias en casa sin oportunidad de trabajar fuera del hogar. Y les dicen que son mantenidas. Están cobrando pensiones mensuales de 500 euros, pensiones determinadas por unos políticos que se gastan 300 solo en una comida. Y aún ayudan económicamente a los hijos, como han hecho toda la vida. Basta de limosnas, son estas mujeres las que han levantado la sociedad." La Comisión exigió libertad y respeto en la orientación sexual: "Ante los que dicen que solo es válida la opción heterosexual y monógama, reclamamos el derecho de escoger desde nuestro deseo con quién y cómo disfrutar de nuestra sexualidad y estima. La riqueza de una sociedad radica en su diversidad." Esta reclamación llevó los discursos al terreno pedagógico, no en vano "hace falta una formación afectiva y sexual que respete y normalice la diversidad". En las aulas, "no estamos igual que años atrás, pero parece que tengamos que esperar el 8 de marzo para visibilizar el saber de las mujeres. La mirada coeducativa debe ser intrínseca a la escuela. El sistema educativo reproduce aún los valores patriarcales, heteronormativos y androcéntricos". Así, el colectivo reclama "un lenguaje inclusivo" en los centros, junto con la presencia en las asignaturas de "referentes femeninos" como Hipatia de Alejandría, Sofia Casanova, Maria Anna Mozart, Rosa Luxemburg y Maria Gaetana Agnesi. La discriminación y la violencia machistas están presentes en la escuela. Lo demuestra el hecho de que, "en la UE, una de cada 4 niñas se sienta incómoda al utilizar los lavabos públicos de la escuela". En conclusión, "hay que plantearse si estamos garantizando la enseñanza universal a estas chicas." Después de los parlamentos, el público que llenaba la plaza construyó una celosía de hilo lila, símbolo de la lucha común feminista, porque "las mujeres tejemos juntas". El acto concluyó con la lectura del manifiesto de la Comisión y, entre otros, el canto "Viva, viva, viva la huelga feminista".

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C CIUTAT
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