La peor pesadilla para los agricultores del delta del Ebro se ha acabado convirtiendo en realidad. El caracol manzana, hasta ahora concentrado en la zona del Delta y río abajo de Tortosa, ha acabado estableciéndose más arriba del azud de Xerta. El hallazgo de un foco en Miravet, con 150 puestas y varios ejemplares adultos, ha encendido todas las alarmas: la plaga podría acabar expandiéndose por los canales de regadío, haciendo inútiles todos los esfuerzos de los agricultores para erradicar a los invasores de sus campos. Todo apunta a que el nuevo foco a 40 kilómetros de Tortosa podría haber sido originado por la actividad de pescadores –que suelen utilizar el gasterópodo como cebo- o fruto de un sabotaje. Los productores del Delta reclaman a la Generalitat que extreme y extienda las medidas de control ya en vigor para evitar que los caracoles sean trasladados río arriba o hacia zonas limpias.
