Las solicitudes de intervención policial y las irrupciones sorpresivas marcan el litigio de Sixena

23 de julio de 2017 a las 09:27h

25 de julio de 2016. Hace un año. Esta fue la primera fecha límite marcada por la titular del juzgado de primera instancia número 1 de Huesca para que Cataluña trasladara las 97 obras de arte de Sixena en litigio a Aragón. La orden de traslado provisional se cumplió solo parcialmente y con un día de retraso. La Generalitat trasladaba el 26 de julio de 2016 las piezas ubicadas en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) pero blindaba la salida de las 44 del Museo de Lleida. El 27 de enero de 2017 se inauguraba en el Monasterio de Sixena, con la presencia de los máximos representantes políticos aragoneses, la exposición de las obras de arte procedentes del MNAC. Desde Cataluña se mostraba preocupación por las deficiencias en la conservación de las obras y en las condiciones de exhibición del espacio. El 29 de junio de 2017, el mismo juzgado de Huesca vuelve a emitir una orden con una nueva fecha límite para el traslado provisional de las 44 obras de Lleida: el 31 de julio. Lluís Puig toma posesión como nuevo consejero de Cultura el 5 de julio y pide más tiempo. Aragón no está dispuesto a concedérselo. Hace un año que reclama públicamente y judicialmente la intervención policial en el Museo de Lleida para confiscar las 44 piezas que allí permanecen. Esta última semana, el equipamiento lleidatano ha recibido dos visitas sorpresivas; de la Plataforma Sijena Sí y de diputados aragoneses. Estos últimos han solicitado comparecer en el Parlamento de Cataluña para denunciar el incumplimiento judicial en el conflicto por el arte.

El martes que viene, 25 de julio, es la fecha límite ordenada por la titular del juzgado 1 de Huesca para que la Generalitat informe del plan del traslado de las 44 obras que hace décadas se conservan en el Museo de Lleida y el 31 acaba el plazo para trasladarlas al Monasterio de Sixena. La Generalitat, sin embargo, no parece dispuesta a cumplir ninguno de los plazos. Insiste en que forman parte de una colección, que están protegidas por la ley catalana de patrimonio y que la sentencia aún no es firme, ya que hay varios recursos interpuestos al respecto. Se trata de una orden de traslado provisional y la sentencia del juzgado emitida en abril de 2015, en la que declara nulas las compraventas de las 97 obras en litigio por parte de la Generalitat, está recurrida ante la Audiencia de Huesca, que aún no se ha pronunciado al respecto.

Sí que lo ha hecho en otros asuntos. En una interlocutoria del 13 de julio ha aceptado que el Consorcio del Museo de Lleida se persone como parte en el litigio por el arte, aunque el juzgado de Huesca lo había rechazado. Eso sí, sin efectos retroactivos. Aunque el Ayuntamiento de Vilanova de Sixena ha recurrido esta decisión, el consejero de Cultura, Lluís Puig, la ha celebrado y ha dicho que espera más pronunciamientos favorables a Cataluña antes del 31 de julio.

Numerosas solicitudes de intervención policial en el Museo de Lleida

Uno de los temas más polémicos este año ha sido el de las reiteradas solicitudes públicas y también a los juzgados para que intervenga la policía y se lleve las 44 obras de arte del Museo de Lleida. El primero en pedir que la jueza enviara a la policía judicial a buscar las obras en litigio fue el Ayuntamiento de Vilanova de Sixena (Huesca), a través de su abogado, Jorge Español. Lo hizo por escrito al juzgado el 18 de julio de 2016, después de que la Generalitat dejara claro que haría todo lo posible para impedir que las obras salieran de Cataluña el 25 de julio de 2016, primera fecha límite marcada por el juzgado de primera instancia número 1 de Huesca para el traslado de las 97 piezas ubicadas en el MNAC y en el Museo de Lleida.

Después fue el gobierno aragonés, el 21 de julio de 2016, quien pidió al juzgado de Huesca que hiciera lo que fuera necesario para que las 97 obras en litigio llegaran el 25 de julio. Solicitaban "la ayuda de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, o cualquier otra medida necesaria para garantizar la ejecución de la sentencia". Los servicios jurídicos del ejecutivo enviaron una carta al juzgado de Huesca después de que la Generalitat no hubiera dicho cómo procedería al traslado de las piezas, aunque la jueza había ordenado que el plan de transporte se comunicara antes del 20 de julio.

El 25 de julio de 2016 llegó y la Generalitat anunció que trasladaría al día siguiente las obras ubicadas en el MNAC, 53 de las 97. Las otras 44, en el Museo de Lleida, alegó que no se podían trasladar porque formaban parte de una colección unitaria que no se podía separar y que estaban protegidas por la ley de patrimonio catalán. El 26 de julio llegaron las obras del MNAC a Sixena y el gobierno aragonés reconoció que estaban "parcialmente satisfechos" porque faltaban 44. La petición de intervención de la policía judicial volvió a aparecer, en esta ocasión en boca de la consejera de Educación y Cultura del gobierno de Aragón, Mayte Pérez, quien recordaba que "la devolución no ha sido completada y ahora se deberán tomar las medidas oportunas". En este sentido recordaba que su gobierno ya había solicitado todo tipo de medidas coercitivas y recalcaba como una de ellas "el envío de la policía judicial para requisar las 44 piezas de Sixena depositadas en el Museo Diocesano de Lleida".

En declaraciones durante una visita a Lleida, el historiador de Huesca, Juan José Nieto, reconoció ser favorable a la "mano dura". Según él, Cataluña no dudó en hacer uso de la "mano dura" para el retorno de los papeles de Salamanca ni cuando Roda de Isábena (Ribagorza) se negó a entregar a Lleida unos relicarios que consideraba suyos en 1856 y se envió a la Guardia Civil, según explica. "No entendemos por qué no podemos hacer lo mismo, porque cuando tú no quieres obedecer a la justicia te envían la fuerza pública. No entendemos por qué una administración no debe tener el mismo trato que un particular", comentaba.

En respuesta a estas palabras, el director del Museo de Lleida, Josep Giralt, dice que se trata de casos diferentes porque el Museo de Lleida es una institución pública y no privada. "No es comparable". Y en el caso de los papeles de Salamanca la comparación, además, es "extrema", dice, ya que fue un gobierno "golpista y dictatorial" quien "requisó documentos por la fuerza a causa de una guerra". "La compraventa de Sixena no es comparable con Salamanca, y hacerlo falta a la verdad y al raciocinio", añade. Giralt insiste en que el envío de la policía judicial al Museo sería desproporcionado y asegura estar "tranquilo" y "esperando la resolución de la Audiencia".

Movilización de la sociedad civil

Durante este último año, la sociedad civil también se ha organizado. Por una parte, la lleidatana constituida en una plataforma de entidades culturales, ha organizado varios actos para pedir a los políticos que sigan firmes en mantener la unidad de la colección. Por la otra, desde Aragón, con la Plataforma 'Sijena Sí' que organizó una manifestación en tierras aragonesas y realizó una visita sorpresiva este mes de julio al Museo de Lleida, con pancarta incluida.

Paralelamente, la justicia también dictó sentencia el 5 de julio de 2016 sobre las pinturas murales románicas de Sixena que hay en el MNAC y ordena su retorno. Desde el Gobierno se recurrió la decisión alegando el riesgo que supondría este traslado y ha presentado varios informes de expertos que así lo acreditan.