La Federación de Productores de Marisco del Delta del Ebro (Fepromodel), estima que han perdido entre 400.000 y 500.000 kilos de mejillón a causa de las altas temperaturas de este verano. Se trata, de momento, de una sexta parte de la producción esperada de la campaña, unos 3 millones de kilos. Según el sector, el calor ha afectado sobre todo a la cría pequeña para la siembra de la campaña de 2019 de la bahía de los Alfacs. En cuanto a la producción del Fangar aún se está muriendo. "La pérdida ha sido muy grande, el calor ha sido extremo, son cosas del cambio climático y, no se puede hacer nada", ha dicho resignado Miquel Carles, presidente de la Fepromodel. Los mejilloneros calculan, de entrada, que el sector necesitará 1,8 millones de euros para volver a comprar la cría para el próximo año. Una cifra que no descartan que se elevará cuando se recuenten las pérdidas de cada productor. La cifra de mortalidad de los mejillones aún puede crecer porque el extremo calor se ha alargado toda la semana. El presidente de la Fepromodel estima que los productores habrán perdido más de 700.000 euros pero ya suman el coste de reponer toda la cría, los 1,8 millones de euros que los productores necesitarán para replantar las crías que compran en Italia a partir del mes de octubre.
La campaña se da por terminada con este nuevo episodio de mortalidad. "Ha sido fatal. Es un tema cancerígeno porque hace como mínimo siete años seguidos que los mejillones se mueren", ha lamentado Carles. Siete campañas de pérdidas seguidas y un nuevo llamamiento para recibir más apoyo institucional para hacer frente a esta problemática que países como Francia e Italia hace años que han solucionado. "Cada año se pierden millones de euros", insisten los mariscadores ya que la mortalidad del marisco afecta de rebote también a los pescadores profesionales y deportivos y a otros sectores turísticos. "No da muchas ganas de navegar por la bahía cuando están las crías muertas. Es una suma de factores negativos para el turismo", ha concluido Carles.
Mesa de Cogestión Por primera vez, sin embargo, la Generalitat trabaja de la mano de los productores y los centros de investigación para intentar encontrar paliativos y soluciones al problema de las altas temperaturas del agua en las bahías del Delta en verano. En febrero se constituyó la Mesa de Congestión, después de dos años de estudios para determinar los primeros modelos matemáticos y tener datos suficientes, sobre todo en el Fangar, para encontrar la manera de mejorar la renovación del agua, como la apertura de más desagües de los canales de riego. Durante estos meses se ha estudiado cuáles son más eficientes y qué caudal mínimo se necesita para que tenga un efecto positivo en el marisco, y se han terminado de perfilar los modelos aprovechando la meteorología y los datos oceanográficos.