La URV cede a el Ayuntamiento un espacio de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura

03 de febrero de 2020 a las 16:26h

El Ayuntamiento de Tarragona y la Universidad Rovira i Virgili han firmado esta mañana un convenio de colaboración para la cesión temporal de espacios de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura para el diseño y desarrollo del proyecto del Banco de la Ciencia y del Conocimiento. Estos espacios de la Universidad serán ocupados por dos arquitectos municipales que estarán dedicados íntegramente a la redacción del proyecto del Banco. La consejera responsable del proyecto del Banco, Laura Castel, ha asegurado que "es un espacio de trabajo común con la URV, es decir, lo que hacemos es la creación de la sala de máquinas de este gran proyecto que compartimos con la Universidad y los institutos de investigación".

El nuevo equipamiento, bautizado como el Banco de la Ciencia y el Conocimiento, se concibe como un espacio de divulgación científica, también abierto pero a la ciudadanía con espacios cívicos y salones de actos. El proyecto se nutre de la generación de conocimiento de la Universidad y de los institutos de investigación del territorio, de reconocido prestigio internacional, y de la voluntad de poner a disposición de la ciudadanía un espacio donde se pueda interactuar con la ciencia y el conocimiento, con el fin de entender no sólo la relevancia de los avances que se realizan en los diversos campos que reúne con vistas a nuestro futuro, sino también para que seamos conscientes de la forma en que nos afecta en nuestra cotidianidad. Así, el proyecto quiere establecer una relación de doble sentido con la sociedad: por un lado, a partir de actividades de divulgación y educación científicas, se quiere aportar una mirada científica de la ciudad y su entorno en un contexto de avance de la ciencia mundial; devolver a la ciudad un uso social en forma de contenidos científicos, culturales y educativos, y retener y captar talento. Por otro lado, se quiere involucrar a la ciudadanía y hacer que participe tanto en proyectos de investigación que puedan ofrecer las instituciones, como en la identificación de ámbitos de investigación sobre temas en los que la ciudadanía cree que vale la pena aportar soluciones.