La Guardia Urbana de Reus incrementó en un 43,75% el número de conductores imputados por conducir bajo los efectos del alcohol. Concretamente, 138 conductores fueron denunciados por este hecho –así como dos más por consumo de drogas y/o alcohol, así como doce por negarse a hacer las pruebas-, cuando el pasado 2015 llegaron a los 96. Según el cuerpo, la mayoría de los delitos contra la seguridad del tráfico imputados durante el año pasado tienen que ver con la conducción bajo los efectos de las drogas o el alcohol. Esto llevó a incrementar el número de controles de alcoholemia a los conductores, especialmente las noches de los fines de semana. En total, durante 2016, la Guardia Urbana imputó un total de 233 delitos contra la seguridad del tráfico, un 15,92% más respecto a 2015. Unas cifras, aseguran, que se explican por un incremento de estos dispositivos de control. Esto también explicaría, añaden, el hecho de que un 97,83% de los accidentes hayan sido de poca gravedad, sin heridos o con heridos leves.
Adicionalmente, los agentes detectaron durante 2016 un total de 38 conductores que circulaban sin haber obtenido nunca el permiso o la licencia. En el caso de veinte conductores, por haber perdido la vigencia de puntos, y en el caso de quince casos por conducir con privación judicial cautelar o definitiva del permiso o la licencia. En menor medida, las denuncias contra la seguridad del tráfico por conducción temeraria llegaron a siete. También se registró un delito por originar riesgo grave a la circulación pero ninguna denuncia por circular a una velocidad punible.
