La Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Girona acoge una nueva edición de la First Lego League (FLL) este sábado. Una edición en la que participan un total de 36 equipos que competirán por ver quién encuentra la mejor y más imaginativa solución para el ciclo humano con el agua. La idea es que los jóvenes, que tienen entre 10 y 16 años, aprendan a pensar como científicos e ingenieros y propongan soluciones innovadoras para mejorar las diferentes etapas del ciclo humano del agua. Por ejemplo, buscar respuestas al consumo excesivo, saber qué acciones pueden reducir el impacto de las personas en el medio ambiente, o ver qué malas prácticas hay que eliminar. La gran mayoría de equipos (29) vienen de la demarcación de Girona y el resto de la de Barcelona. Competirán en dos turnos de dieciocho equipos y en total participarán unos 340 jóvenes.
El funcionamiento de la prueba, organizada por la UdG y la Fundación Scentia, da cinco minutos a cada equipo para exponer qué problema creen que no funciona lo suficientemente bien o que hay que modificar en relación a la temática escogida. A partir de aquí deben proponer soluciones a los jueces y deberán hacer funcionar el robot que han preparado y que debe superar varias misiones, como apagar un incendio, girar un grifo o cambiar una tubería. Todo ello en dos minutos y medio. Fomentar los valores Uno de los aspectos más importantes de esta competición son los valores. De hecho, la prueba pretende ser un escenario donde los jóvenes compartan y trabajen en equipo para batir a los rivales, siempre desde la deportividad. En este sentido, uno de los ocho premios que se entregarán distingue al equipo que ha integrado mejor los valores. El resto del palmarés se completa con los premios al mejor entrenador, al mejor comportamiento del robot, al mejor proyecto científico, al mejor diseño del robot, al emprendimiento, a las jóvenes promesas y un premio al equipo que reúne todas las categorías anteriores.
