La relación cliente abogado

07 de julio de 2017 a las 08:46h

Soy abogado a la vez que soy persona. Trato cada día con personas, personas que tienen problemas. Mi trabajo, por un lado, es tanto solucionar estos problemas como hacerme cargo de ellos y liberar a los clientes durante todo el proceso del peso que soportan y de los dolores de cabeza que vienen sufriendo. De hecho, uno de los puntos clave y más importantes es transmitir al cliente que desde que me hace partícipe de su preocupación y me encarga que lo defienda y/o asesore ya puede dormir tranquilo, pues todo estará bajo control.

Esta tarea tiene una parte jurídica y de conocimientos legales que debes saber comunicar y hacer entendibles al cliente, -que no sólo quiere que le ayudes sino que también tiene el derecho a saber cómo lo harás y en base a qué- y otra vertiente más psicológica. Esta segunda parte, en ocasiones tanto o más importante que la anterior, es la que libera de tensiones a la persona que te ha venido a pedir ayuda y requiere toda una serie de habilidades y recursos personales que se tienen y otros que se van adquiriendo por experiencia.

En este sentido, un hecho a tener muy en cuenta es que, cuando nos llega un nuevo cliente al despacho, debemos saber, antes de nada, que aquella persona, antes de llegar hasta nosotros ha pasado por toda una serie de situaciones, a menudo bastante desagradables, y que necesita, en primer lugar, comprensión, ser escuchado y sinceridad. En segundo lugar, aquella persona está deseando que le transmitas confianza, un valor fundamental en el ejercicio de la profesión y sin el cual no se puede ayudar al cliente. Posteriormente, es conveniente ser resolutivo y poner todas las herramientas y conocimientos de los que dispones para conseguir el objetivo marcado y que aliviará definitivamente su sufrimiento, si bien en este proceso y para mantener la confianza es necesario ser transparente e ir informando de los pasos que se van dando y, si las circunstancias lo permiten, siempre que sea posible también hay que hacerlo partícipe en la toma de decisiones, pues tenemos en sus manos sus intereses, ya sea patrimonio, familia, negocio, su libertad personal o cualquier otro. Al respecto, mi opinión es que es conveniente que el cliente siempre cuente con una copia de los principales escritos y documentos judiciales que le afecten, conozca los plazos de los trámites procesales que están teniendo lugar y, por supuesto, disponga de un ejemplar de la sentencia y, si procede, del recurso. Del mismo modo, un presupuesto previo, claro y sensible con la capacidad económica del cliente también es clave para ofrecer transparencia y confianza y romper con la opacidad que en determinadas profesiones liberales se cae cuando el profesional no informa puntualmente de su trabajo y la toma de decisiones a quien, precisamente, le ha venido a contratar.

Y, aparte de esto, siempre es bienvenido y apreciado por el cliente un trato humano y cálido que le haga sentir seguro, tranquilo y apreciado. Y, si además, todo sale perfecto y ganas el caso u obtienes el objetivo que se había propuesto pues se cuadra el círculo. Sin embargo, la realidad de las cosas nos marca que no todo está siempre en las manos del abogado y a veces no se alcanza el objetivo. Sin embargo, lo que es fundamental es que aquello que sí lo está se luche con todas nuestras fuerzas, positivismo, determinación, perseverancia, técnica y astucia, de modo que el cliente siempre quede satisfecho del servicio prestado.

NIL HIERRO Vahusari Abogados (Rambla Nova 118-120 bxs. Tarragona) Tel. 977 219 578 – www.vahusari.com