La reducción de arrozales inundados hace caer la población de aves acuáticas invernantes

05 de abril de 2017 a las 17:38h
La población invernal de aves acuáticas en el delta del Ebro ha sido un 20% inferior a la media de la última década. Aunque las fluctuaciones anuales del censo van muy ligadas a las condiciones meteorológicas del invierno en Europa, los técnicos del Parque Natural del Delta del Ebro han atribuido la reducción del número de aves invernantes de este año a la pérdida de superficie inundada por la desecación de arrozales y al uso, en muchos casos, de agua salada en este proceso (acción que forma parte del plan de lucha contra la plaga del caracol manzana). "El secado de los campos provocan cambios de comportamiento. Cuando se secaban en el hemidelta norte, los animales se desplazaban al sur pero este año ha sido generalizado porque se han perdido las ayudas de las medidas agroambientales y muchos agricultores, tengan o no problemas con el caracol manzana, no han inundado", ha explicado el técnico Antoni Curcó. En concreto, la superficie de arrozales inundada en los dos últimos inviernos ha disminuido hasta el 15%-45% cuando se hacía en un 50-60%, en los inviernos de 2011 y 2012.
Los grupos de aves que han sufrido más el descenso han sido los ardeidos, los somormujos y los anátidos, aunque por especies la respuesta ha sido muy desigual. La pérdida de superficie inundada por la desecación de arrozales ha afectado sobre todo a las aves que dependen más de las aguas dulces someras pero en el resto de zonas húmedas catalanas también se ha notado una merma en el número de aves a causa, básicamente, de la meteorología. Como ha explicado el técnico Antoni Curcó, los cambios detectados con el aumento del secado invernal de los arrozales debido a que no se han incluido ayudas para las medidas agroambientales en el último Programa de Desarrollo Rural (2014-2020), junto con la alternancia de períodos de inundación entre agua marina y dulce para combatir el caracol manzana, han comportado la pérdida de la capacidad de acogida que ha sufrido el delta del Ebro en estos años. La superficie inundada de arrozales ha disminuido hasta el 15-45% y ha repercutido negativamente sobre el conjunto de la avifauna acuática, con entre un 10% y un 20% de disminución de la población, sobre todo de aquellas especies más dependientes de estos tipos de hábitat. El conteo invernal de aves acuáticas en el delta del Ebro se integra dentro del International Waterbird Census (IWC), que cuantifica anualmente el número de aves acuáticas que invernan en más 80 países de Europa, Asia y norte de África. Los datos obtenidos permiten conocer, a escala global, el estado de conservación de estas especies. En el delta del Ebro, este censo se ha hecho entre enero y principios de febrero, gracias a la participación de 27 observadores, entre técnicos del parque natural, agentes del Cuerpo de Agentes Rurales y voluntarios. Las condiciones meteorológicas, particularmente desfavorables en este enero, han hecho que la duración del censo se alargara más allá del período habitual.
Un centenar de especies Este invierno, en concreto, se han contabilizado en el delta del Ebro 208.785 aves acuáticas, correspondientes a 97 especies diferentes. El grupo más numeroso ha sido el de los anátidos (76.527 ejemplares, 36,7% de los efectivos). Este grupo, después de unas décadas con valores muy elevados, ha sufrido un descenso del 40% en relación al período de referencia (2006 – 2015). Las especies más numerosas, todas ellas dependientes de los arrozales como zonas de alimentación, han sufrido disminuciones muy significativas: el pato cuchara (Anas clypeata) (-61%), el cerceta común (A. crecca) (-45%) y el ánade real (A. platyrhynchos) (-32%). En cambio, otros anátidos propios del medio marino como, por ejemplo, el negrón común (Melanitta nigra) y el negrón especulado (M. fusca), han presentado variaciones positivas (+19 y +46%, respectivamente). La focha común (Fulica atra), por su parte, con 34.546 ejemplares, ha presentado un valor (+7%) muy cercano a la media de referencia. Los limícolas constituyen el segundo grupo de aves acuáticas mejor representado, con 70.541 ejemplares (33,8% del total). En términos globales, la población de este invierno ha mostrado un valor muy similar al de los niveles de referencia (+1%). A pesar de todo, un análisis más detallado muestra que las especies más íntimamente asociadas a los arrozales inundados han sufrido descensos significativos: combatiente (Philomachus pugnax) -49%, agujeta nórdica (Tringa valona) -46%, avefría europea (Vanellus vanellus) -29%. Las aves más dependientes de los humedales naturales no han presentado variaciones significativas o, incluso, han aumentado, como el correlimos tridáctilo (Calidris alba) +7%, avoceta común (Recurvirostra avosetta) +33%, aguja colipinta (Limosa lapponica) +50%. La población de ardeidos también ha sufrido un descenso significativo, de un 53% por debajo del nivel de referencia, y ha afectado a algunas de las especies más abundantes en invierno: garceta común (Egretta garzetta) -86%, garcilla bueyera (Bubulcus ibis) -58% y garza real (Ardea cinerea) -53%.
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C CIUTAT
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