La campaña, de alcance territorial catalán e impulsada por el Servei Català de Trànsit, pretende velar por el cumplimiento del código de circulación y las normativas de seguridad. Para ello, se controlarán las distracciones, la circulación y los estacionamientos de los ciclistas, así como a otros usuarios que dificulten la movilidad de los ciclistas, circulen por un carril bici o tengan actitudes que puedan poner en riesgo a los ciclistas. Para llevarlo a cabo, agentes de la Policía Local realizarán diferentes controles específicos en diferentes puntos del municipio.
La campaña está fijada por el Plan de Seguridad del año 2018 y tiene como objetivo incrementar la seguridad en la red viaria urbana y combatir la indisciplina, tanto por parte de los ciclistas como de otros usuarios.