A los perros les gusta escuchar música, además, hay algunas melodías que los relajan mientras que otras los ponen nerviosos, esto es lo que afirma la psicóloga y especialista en comportamiento canino Lori R. Kogan, que ha estudiado el efecto que producían diferentes estilos musicales en un total de 117 perros.
Así, se ha descubierto que los perros responden de diferente manera según la música que escuchan, las melodías clásicas hacen que se reduzcan los niveles de estrés de los perros y consiguen que duerman muchas más horas, en concreto un 6% más; la música heavy, en cambio, provoca que los perros se sientan bastante agitados, muevan más su cuerpo y que ladren mucho más.
Otro estudio llevado a cabo por Deborah Wells, de la Universidad de Queens, en Belfast, indicó que los perros mostraban total indiferencia cuando escuchaban música de cantantes pop actuales, como Britney Spears o Robbie Williams.
Existe una música especialmente diseñada para los perros, con ritmos, tonos y frecuencias que resultan atractivos.
