Agentes de la Guardia Civil identificaron a cuatro personas y les requisaron los carteles a favor del sí en el referéndum del 1-O que estaban colgando de las farolas de la Avenida de la Ràpita de Amposta este domingo por la noche. Los hechos ocurrieron alrededor de las once de la noche. Una hora y media antes, tres grupos formados por unas cuatro personas cada uno, con militantes de ERC y miembros de la ANC, se encontraron para recorrer las calles de la población con el objetivo de pegar carteles de la campaña por el referéndum. Los agentes del instituto armado interceptaron uno de los grupos en la céntrica avenida, donde les obligaron a detener la acción, les identificaron y levantaron acta requisando los diecinueve pósters que aún les quedaban por colgar. El coordinador de la ANC en las Terres de l'Ebre, Manel Alves, uno de los participantes en la acción, considera que la actuación policial es una "provocación" que trata de infundir miedo entre los partidarios del referéndum y ya ha anunciado que este tipo de incidentes no alterarán sus planes.
Según el relato del mismo Alves, uno de los agentes que se presentó allí no se encontraba con los partidarios del referéndum mostró inicialmente signos de nerviosismo y actuaba "muy alterado". "Nos decía que nos detendrían, que lo que hacíamos estaba prohibido y quería que descolgáramos los carteles que habíamos colgado hasta entonces", apunta. Ante esto, el grupo optó por no responder a ninguna de las preguntas de la Guardia Civil hasta que llegara al lugar su abogado. Después de realizar una llamada a su superior, el agente que se había mostrado nervioso terminó calmándose. "No se salió de madre", precisa Alves. Finalmente, y ante el requerimiento policial, los activistas entregaron los diecinueve carteles que les quedaban y se identificaron. El coordinador de la ANC considera que el objetivo de la actuación policial era infundir "miedo" e intentar "intimidar" a los partidarios del 1-O que se están movilizando durante estos días. Se muestra convencido, sin embargo, de que esta estrategia no funcionará. "Esto no altera nuestros planes: no podemos permitir que nos vendan la moto de que nos quieren hacer creer que es ilegal. Si es ilegal no es democracia. Somos demócratas, queremos urnas y que vote la gente, tanto del sí como del no. Continuaremos haciendo nuestra campaña, colgando carteles y realizando actos", argumenta. En este sentido, recuerda la importancia de que los ciudadanos estén informados y mantener una actitud "pacífica y tranquila". "Seguiremos saliendo a la calle, no nos detendrán", concluye. De hecho, esta no era la primera pegada –o colgada- de carteles que este domingo se hacía en Amposta. Unas pocas horas antes, alrededor de las siete de la tarde, una cincuentena de personas, convocadas por la misma ANC, Òmnium y todos los partidos favorables a la independencia recorrieron todas las carteleras "habituales" para pegar allí los pósters. En este caso, ningún agente policial se presentó ni se produjo ningún incidente.