Un vecino de L'Aldea, de 25 años, se enfrenta a una pena de 9 años y 7 meses de prisión por varios casos de corrupción de menores a través de la red social Facebook, del espacio virtual Ask.fm y de chats como Skype. Según la fiscalía, el chico contactaba con varios menores "con el ánimo de satisfacerse sexualmente". Además, el joven conocía a las víctimas por su condición de entrenador de un equipo de fútbol y árbitro de fútbol sala. La fiscalía sostiene que el procesado se hizo pasar por una chica mediante una cuenta falsa de Facebook para que, una vez ganada la confianza de los menores, "se desnudaran y le enviaran imágenes suyas, o mantuvieran con él sesiones de sexo virtual a través de una web cam". Entre junio de 2013 y noviembre de 2014, el procesado contactó con cinco chicos que entonces eran menores de edad. Con ellos inició conversaciones de carácter sexual dirigidas a conseguir que se desnudaran y le enviaran imágenes íntimas. Sin embargo, el procesado no pudo cumplir su objetivo, dado que los menores no accedieron.
sin embargo, dos menores nacidos en los años 1996 y 2000, respectivamente, sí que accedieron a sus proposiciones. Según el fiscal, los dos chicos mantuvieron conversaciones de carácter sexual con el procesado y, creyendo que interactuaban con una joven de una edad similar a la suya, mantuvieron sesiones de sexo virtual con él. Las víctimas no descubrieron en ningún momento la identidad del otro joven, dado que solo ellos emitían las imágenes. Un padre alertó a los Mossos d'Esquadra Las investigaciones se iniciaron a finales de febrero de 2014, cuando un padre denunció que una chica había contactado con su hijo de quince años por Facebook para conseguir imágenes pornográficas suyas. Agentes de la Unidad Central de Delitos Informáticos de los Mossos d'Esquadra detuvieron al joven el 7 de enero de 2015 y, unos días más tarde, quedó en libertad con cargos después de declarar en los juzgados. Los investigadores ya sospecharon desde un primer momento que la chica en cuestión podría ser en realidad un perfil falso, hecho que pudieron corroborar en abril cuando recibieron una segunda denuncia de las mismas características por otro intento a través del mismo perfil. Después de analizar la actividad del perfil, la policía identificó rasgos característicos propios de perfiles que suelen estar relacionados con este tipo de delitos, además de 143 contactos agregados que serían víctimas potenciales. Es lo que en ambientes policiales y cibernéticos se conoce como 'grooming'. El principal objetivo de los autores de este delito es conseguir imágenes de pornografía infantil producidas por los propios menores que actúan como víctimas. Con toda la información recopilada, los Mossos detuvieron al presunto autor en su casa en L'Aldea, donde localizaron una gran cantidad de material informático susceptible de contener material pedófilo. El detenido se presentaba como Sofía Blanco y utilizaba la cuenta de Skype sofia_1995@hotmail.es. Cerca de diez años de prisión La fiscalía considera que los hechos son constitutivos de siete delitos de corrupción de menores, cinco de los cuales en grado de tentativa. Para cada uno de estos casos intentados, el ministerio público solicita una pena de once meses de prisión y de cinco años de libertad vigilada después del cumplimiento de la condena. Además, pide que no se pueda acercar a menos de 500 metros de las víctimas ni comunicarse con ellas durante un período de cuatro años. Para cada uno de los dos delitos consumados de corrupción de menores, la fiscalía solicita una pena de dos años y medio de prisión, cinco años de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de las víctimas y de comunicarse con ellas durante un período de seis años. El procesado se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Tarragona el 28 de febrero.
