La explotación de la nueva estación de autobuses de Girona, que entrará en servicio este martes, generará unas pérdidas de 300.000 euros anuales. El Ayuntamiento de Girona y la Generalitat han firmado un convenio donde se refleja que será el ejecutivo catalán el que se hará cargo del déficit hasta que salga a licitación la explotación de la estación. En el convenio se recoge que esta licitación se hará, como muy tarde, en diciembre de 2018. Mientras tanto, será el consistorio quien continuará explotando las instalaciones. El pleno del Ayuntamiento de Girona ha aprobado por unanimidad este convenio. La nueva estación, que es subterránea y ha costado 8 MEUR, tiene unos costes de mantenimiento y ventilación más elevados y también ha obligado a contratar más personal. El concejal de Urbanismo, Joan Alcalà, ha agradecido el gesto de la Generalitat y ha afirmado que, a pesar de ser deficitaria hoy por hoy, saben que ya hay operadores interesados en gestionarla cuando salga a concurso.
La nueva estación de autobuses de Girona es subterránea, ocupa una superficie de 14.000 m2 y tiene 27 andenes. Está situada en la planta -1 y la entrada se hace desde el vestíbulo de la estación del TAV. La obra la ha hecho y pagado la Generalitat (ha costado 8 MEUR) y se pondrá en servicio este martes. De momento, la explotación del equipamiento la seguirá haciendo el Ayuntamiento de Girona. La previsión es que la nueva estación sea más cara de gestionar y, por eso, consistorio y Generalitat han dejado por escrito en un convenio cómo se afrontarán estas pérdidas. Se calcula que, como mínimo, el déficit será de 300.000 euros anuales. El convenio refleja que los asumirá íntegramente la Generalitat y que, en caso de ser más altos, también los pagará el ejecutivo catalán. Hasta ahora, la estación situada en la plaza de España casi cubría los costes de explotación con las aportaciones que hacían las compañías de autobuses para poder operar. Estas empresas ponían 200.000 euros anuales y el ayuntamiento aportaba unos 40.000 euros para terminar de cubrir los gastos. En el nuevo convenio, que se ha aprobado por unanimidad, estas cantidades se mantienen. Una estación más cara de mantener Ahora, en cambio, los cálculos de las administraciones ya prevén que los costes de explotación serán más altos. Este incremento viene dado porque es una estación más grande, necesita mayor mantenimiento y ventilación (ya que está bajo tierra), y también se ha contratado más gente. Ante esta situación, el Gobierno ha decidido asumir estas pérdidas. "Nadie debe sufrir, esta diferencia la asumirá la Generalitat y ha quedado debidamente documentado", ha afirmado el concejal de Urbanismo, Joan Alcalà. Este convenio tiene un carácter transitorio y determina que el ayuntamiento se hará cargo de la prestación del servicio como máximo hasta el 31 de diciembre de 2018. Antes de esta fecha, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad o bien asumirá directamente el servicio o bien lo sacará a licitación. El concejal de Urbanismo ha dicho que ya hay concesionarias interesadas en presentarse al concurso una vez se convoque. Las obras del Parc Central, a buen ritmo La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas, también ha explicado durante el pleno que las obras de la losa del Parc Central se han reanudado y que avanzan a buen ritmo. Según la información de los técnicos que hacen seguimiento de los trabajos, parece que todo avanza a buen ritmo y sobre calendarios. Así pues, la alcaldesa ha afirmado que la zona norte (la que iba más avanzada y que no necesita modificar el proyecto) estaría terminada en julio y la zona sur, en diciembre. Adif tuvo que detener los trabajos en esta zona sur porque el Ayuntamiento de Girona detectó carencias en el proyecto, que se ha tenido que rehacer. Servicios funerarios liberalizados El pleno también ha aprobado definitivamente la nueva ordenanza que rige los servicios funerarios en la ciudad. Con la entrada en vigor del nuevo texto –que actualiza uno de 1998- se liberalizan estos servicios y se acaba con el monopolio que hasta ahora tenía la empresa Memora. Desde 2006, la UE establece que en casos como los de los servicios funerarios debe haber libre concurrencia de empresas dispuestas a ofrecer estos servicios. La Generalitat hizo suya esta normativa en 2010. Ahora, el consistorio de la capital gerundense se pone al día y permite que otras empresas operen en la ciudad. El vicealcalde, Eduard Berloso, ha recordado que como requisitos sólo se pide que tengan un coche de entierro y que tengan permiso municipal (de cualquier ayuntamiento del Estado) o bien tramitarlo por primera vez en el Ayuntamiento de Girona. Desde que se anunció que Girona modificaba esta ordenanza, la empresa Àltima –que ya opera en Figueres y Ripoll con tanatorios propios- inició los trámites para prestar los servicios y construir un tanatorio en una parcela del polígono industrial de Mas Xirgu. La aprobación definitiva ha contado con el apoyo de todos los grupos a excepción de ERC (abstención) y la CUP (en contra) que han criticado al gobierno municipal por "poca ambición" y han lamentado que no se hayan atendido todas las alegaciones presentadas. "Creemos que sólo se han limitado a cumplir la normativa europea pero no han aprovechado para garantizar unos precios justos y unos servicios dignos", ha lamentado la portavoz de la CUP, Laia Pèlach, una formación que apuesta por la municipalización de estos servicios. Desde ERC, el concejal Martí Terés también ha acusado al gobierno de "no poner las facilidades suficientes" para garantizar la "competencia real".
