Cerca de 1.700 personas han participado este sábado en la edición de este año del Pare Pelegrí de Tossa de Mar. Este tradicional peregrinaje une la localidad costera con la capital de la Selva interior, Santa Coloma de Farners, y cada año designa un Pare Pelegrí diferente. Este año el elegido ha sido Lluís Soler, un hostelero de Tossa de Mar de 43 años que hacía 30 que solicitó ser Pare Pelegrí. Como es tradicional, su identidad la ha dado a conocer a primera hora de la mañana el síndico, durante la celebración de la misa del Cantar en la iglesia de Sant Vicenç, de Tossa de Mar. El buen tiempo y el hecho de que cayera en sábado ha disparado el número de participantes que han querido cubrir los 40 kilómetros que separan las dos localidades, junto al Pare Pelegrí.
Entre los 1.675 participantes, como es habitual ha habido algunos que han querido ir descalzos durante todo el recorrido. En esta ocasión han sido 80 personas, 43 mujeres y 37 hombres. Otro de los actos habituales ha sido la parada para almorzar. Se espera que bien entrada la tarde los fieles lleguen a Santa Coloma de Farners, en una edición multitudinaria que, al contrario que la del año pasado ha estado acompañada por el buen tiempo. Entre los peregrinos estaba la alcaldesa de Tossa de Mar, Gisela Saladich.
