Hoy ha tenido lugar en el Casal de la Juventud de Gandesa la jornada "¿Qué sabemos del cambio climático en Cataluña?", organizada por el Ayuntamiento de la ciudad, con el apoyo del Consejo Comarcal de la Terra Alta, la Diputación de Tarragona, el Consorcio de Iniciativas Socioeconómicas, la Asociación Rural de Cataluña (ARCA) y el Consorcio de Políticas Ambientales de las Tierras del Ebro (COPATE). Los debates los ha abierto el presidente comarcal, Carles Luz, quien ha dado paso a las tres ponencias de la jornada, que han ido a cargo de Javier Martín, coordinador del Tercer Informe Técnico sobre el Cambio Climático en Cataluña (TICCC); Gabriel Borràs, de la Oficina Catalana del Cambio Climático, y Josep Aragonés, director técnico del COPATE.
Durante la jornada se han presentado las conclusiones del TICCC, en el transcurso de una charla de Javier Martín Vide, quien ha dado a conocer los grandes datos de la afectación del cambio climático en el ámbito global y también las específicas de Cataluña. Según las conclusiones del informe, se prevé que en Cataluña, en la perspectiva del año 2050, haya una disminución de agua disponible en superficie, el incremento de 1,4 grados de temperatura respecto al final del siglo pasado, más olas de calor e incendios forestales, sequías más prolongadas y una subida del nivel del mar, lo cual podría provocar que un veinte por ciento de las playas del país necesiten actuaciones adicionales para mantener la arena. También se prevé una afectación en la salud de las personas y efectos beneficiosos para el turismo de sol y playa, mientras que se recomienda una reconversión de las estaciones de esquí en estaciones de montaña ante una previsión de falta de nieve que ya se manifiesta con la desaparición de los glaciares en Cataluña.
El investigador Gabriel Borràs, de la Oficina del Cambio Climático, ha asegurado que la disponibilidad de agua es el principal caballo de batalla que tiene Cataluña ante los efectos del cambio climático. A raíz de un estudio que se efectúa en tres cuencas de ríos catalanes, según Borràs, se está cuantificando el descenso de recursos hídricos en cabecera, lo cual tiene efectos dramáticos aguas abajo de los pantanos. Borràs apunta a la gestión forestal de los bosques mediterráneos como una medida imprescindible para disponer de más agua, ya que la falta de limpieza de los bosques provoca que estos tengan que consumir, en comparación, grandes cantidades de agua para poder captar una pequeña cantidad de CO2, el principal gas que causa el efecto invernadero.
La sesión la ha cerrado Joseo Aragonés, del COPATE, quien ha presentado las experiencias del programa Life Clinomics que se están llevando a cabo en el ámbito territorial. Es una iniciativa promovida por por la Diputación de Barcelona en tres territorios: la Reserva de la Biosfera del Montseny, la comarca del Alt Penedès y la Reserva de la Biosfera de Terres de l'Ebre; y alrededor de tres actividades económicas significativas: el turismo, la agricultura y las explotaciones forestales
La jornada ha finalizado con una mesa redonda.