El presidente de la Diputación de Lleida, Joan Talarn, ha asistido este sábado al concierto Preludio 22 que la Orquesta Sinfónica Julià Carbonell de las Tierras de Lleida, dirigida por Alfons Reverté, ha ofrecido en el Pabellón Ramon Pascual de Alcoletge. El acto, organizado por el Instituto de Estudios Ilerdenses, ha contado con la asistencia de la consejera de Derechos Sociales de la Generalitat, Violant Cervera.
Talarn, que ha estado acompañado por Estefania Rufach, vicepresidenta segunda de la Diputación y vicepresidenta del Instituto de Estudios Ilerdenses, por Ferran Accensi, vicepresidente cuarto de la Diputación, y por Joan Josep Ardanuy, director del IEI, ha sido recibido por Josep Maria Gras, alcalde de Alcoletge, y por el director de la formación musical, Alfons Reverté, además del resto de la corporación municipal. Por su parte, Violant Cervera ha estado acompañada por Joan Segura, director de los Servicios Territoriales de Derechos Sociales en Lleida.
Tal como ha recordado Joan Talarn en su intervención de presentación de Preludio 22, el concierto de hoy en Alcoletge confirma "una tradición del IEI para nuestras comarcas", consistente en iniciar cada año nuevo con música desde una de las poblaciones de nuestra demarcación.
Así, Preludio 22 es la propuesta de la Orquesta Julià Carbonell para empezar un ciclo de 365 días "con los mejores de los ánimos y las predisposiciones", y toma el relevo de Preludio 21, el concierto que inauguró esta iniciativa el año pasado y que tuvo como escenario la ciudad de Tremp. Todo ello, ha subrayado Talarn, enmarcado dentro del ADN de la Diputación de Lleida y del IEI de tener presente "todo el territorio en todas y cada una de las propuestas y de las ayudas económicas al fomento de la cultura".
En este sentido, el presidente se ha referido a Alcoletge, una población con menos de 4.000 habitantes y muy cercana a la capital, como ejemplo de municipio dotado de equipamientos polivalentes y de una fuerza cultural propia con capacidad de acoger y organizar actividades sociales que trascienden su marco territorial más cercano.
Joan Talarn ha terminado haciendo una referencia al programa de Preludio 22, centrado en la música de baile, un hecho que trae un mensaje en forma de deseo para este 2022: que se pueda recuperar el baile, una actividad que requiere de interacción y de contacto interpersonal, elementos que "tanto echamos de menos últimamente".
La música de baile ha sido, pues, el eje del repertorio de un concierto que se ha podido seguir en directo por Lleida TV y que quiere ser un preámbulo musical y una invitación al optimismo de cara al año que empieza. El programa ha hecho un repaso a piezas que a lo largo de la historia se han bailado en las plazas y en los salones de todo el mundo, composiciones bastante conocidas y de todos los estilos.
Así, la primera parte del concierto ha incluido Música para los Reales Fuegos Artificiales, de Georg Friedrich Händel; la Sinfonía núm. 8 de Ludwig van Beethoven, Los comediantes (Dimitri Kavalevsky), Sarabanda y Giga (Arcangelo Corelli), Danza Húngara núm. 5 (Johannes Brahms), Danza de Moravia núm. 3 (Leos Janacek), Danza Eslava núm. 8 (Antonin Dvorak), Recordando Vic (Joaquim Serra), La Aragonesa, suite núm. 1 de Carmen y La Arlesiana, ambas de Georges Bizet. En la segunda parte se han interpretado El Danubio Azul y Tritsch-Tratsch, ambas de Johan Strauss hijo, Sansón y Dalila (Camile Saint-Saëns), La habanera de Carmen (Georges Bizet), Rodeo (Aaron Copland) y Grease (Casey-Jacobs).