Seguir la dieta mediterránea repercute en una menor mortalidad por todas las causas. Esta es la conclusión que reitera la revisión actualizada que han hecho investigadores de la Unidad de Nutrición Humana de la URV y del Ciberobn. El equipo liderado por el profesor Jordi Salas-Salvador ha demostrado una asociación inversa entre la adhesión a este patrón alimentario y el riesgo de mortalidad, especialmente en las regiones mediterráneas. En el trabajo, que se ha hecho público este martes con motivo del Día Mundial de la Nutrición, se analizaron 29 estudios prospectivos y se ha elaborado un meta-análisis para demostrar las asociaciones lineales y potenciales entre la adhesión a esta dieta y el riesgo de muerte por diferentes causas. En total, se han estudiado cerca de 1,7 millones de personas y 220.000 casos de muerte por todas las causas en el análisis final. "Hemos demostrado que los individuos con una mayor adhesión a la dieta mediterránea tienen un 10% menos de riesgo de mortalidad que aquellos con una baja adhesión", apunta la investigadora Nerea Becerra-Tomàs. La revisión efectuada por la URV, de hecho, muestra una asociación inversa significativamente más fuerte en los participantes que vivían en la región mediterránea, en comparación con otras áreas. "Concluimos que el riesgo de mortalidad por todas las causas disminuyó linealmente con el aumento de la adhesión a este patrón de alimentación", concluye Becerra-Tomàs.