La Candidatura d'Unitat Popular considera que, hoy por hoy, el discurso de cambio del actual gobierno no se corresponde con la realidad. Pasados los primeros 100 días de Ricomà como alcalde, la CUP afirma que ve un talante y unas formas diferentes en la manera de hacer del nuevo gobierno municipal, pero aseguran que, de momento, el fondo se mantiene igual.
La formación anticapitalista apunta que ha visto con buenos ojos acciones del nuevo gobierno de la ciudad, muchas de las cuales coinciden con propuestas de la CUP, como es la apertura del balcón a la ciudadanía, hacer el Pregón de cara a los tarraconenses y tarraconenses o la retirada del cuadro del rey presidiendo el Salón de Plenos. Sin embargo, las cupaires afirman que hay acciones que recuerdan a la manera de hacer del anterior mandato socialista, entre las que destacan el intento de crear una plaza a medida para ejercer jefe de Cultura.
La CUP lamenta no poder constatar cambios sustanciales en estos 100 días de mandato, ni en la ciudad ni en la manera de gobernarla. El gobierno de ERC y ECP no ha sido capaz, ni tan solo, de iniciar ninguna acción hacia el cumplimiento de los cinco puntos de mínimos que la formación independentista puso sobre la mesa para investir a Pau Ricomà como nuevo alcalde, que ERC llevaba en su programa electoral, y que éste aceptó. No se ha materializado ninguna modificación del POUM que asegure que el plan de la Budellera no se ejecutará; sigue siendo un tabú hablar sobre la calidad del aire que respiramos, a pesar de haberse celebrado reuniones con los máximos responsables de Repsol; no queda claro si existe alguna intención de proyectar el inicio del estudio de la internalización del contrato de la basura; todavía no existe ningún censo sobre el número de pisos vacíos en la ciudad, imprescindible para poder afrontar las problemáticas de vivienda en Tarragona; y, por último, ni tan solo se han ejecutado los proyectos ganadores de la irrisoria partida destinada a presupuestos participativos del anterior mandato.
Además, las cupaires explican que, a pesar de que los miembros del gobierno han estado hablando de la importancia de hacer corresponsable a la población a la hora de tomar las decisiones importantes que afectan a la ciudad, hasta ahora no se han convocado los consejos consultivos ni ninguna comisión de trabajo que redacte las bases reguladoras de los que deberían ser los futuros consejos de distrito. La CUP explica que, en cuanto a cultura, donde Ricomà, además de ser alcalde, tiene la concejalía, es un área en el que tampoco se han evidenciado pasos para superar la falta de recursos y las trabas a las que se enfrentan las entidades; o que puedan dar solución al futuro de la Tabacalera, del Archivo Jujol o la falta de espacios expositivos en la ciudad.
Finalmente, la CUP recuerda que dejar de gobernar por las élites y de espaldas a la población requiere finalizar con la connivencia con los poderes fácticos (Ibex35, Arzobispado, petroquímica, bancos) y, hoy por hoy, no han visto ninguna señal que indique que éste sea uno de los objetivos de la agenda del gobierno de Ricomà.
