La CUP pregunta por qué no se hizo caso a las advertencias recibidas sobre el Anfiteatro

09 de abril de 2018 a las 11:06h

Esta semana pasada, se ha hecho público el deteriorado estado en que se encuentra el espacio patrimonial del Anfiteatro de Tarragona. Desde el Ayuntamiento se ha informado de que el mes de febrero pasado se detectaron grietas en la parte del muro posterior de la grada añadida en 1979, que da a la vía del tren y al Vial J. Bryant.

Estas grietas, que no afectan a la parte original del Anfiteatro, sitúan el monumento en una frágil situación. Así, el viernes pasado se comprobó que se habían agrietado los testigos que se habían puesto, lo que evidencia el peligro de derrumbe. Según el Ayuntamiento, "se actuará con urgencia ante el peligro de que se derrumbe una parte de la grada" y, según los técnicos del Ayuntamiento, esta semana se apuntalará el muro con un andamio y se señalizará un perímetro de seguridad para evitar el acceso.

A pesar de esta situación, la concejala Begoña Floria ha asegurado que el Anfiteatro continuaría abierto de forma gratuita, mientras no se pueda acceder a la arena, lo que puede que se arregle a finales de abril con la instalación de una estructura tubular que permitirá el acceso provisional. También se aseguró que los actos del festival Tàrraco Viva en ningún caso dejarán de celebrarse.

Desde la CUP de Tarragona afirman que "resulta curioso que, en el momento en que el Anfiteatro apunta a ruina, este monumento haya sido elegido por la campaña de promoción internacional Turespaña" y dudan de si "se trata de una premonición o de pura casualidad". Los anticapitalistas también consideran que "esta campaña de promoción turística debería adecuarse a la realidad, ya que, junto con los hashtags utilizados #VisitSpain, #Catalonia y #Tarragona, se incluye uno equivocado, concretamente #TeatroRomano, que habría que rectificar para no hacer publicidad a partir de una mentira".

Aunque desde el Ayuntamiento se califique ahora "de urgente" la intervención que se llevará a cabo para solucionar la problemática de las grietas del Anfiteatro, el sábado pasado el arqueólogo César Pociña aseguraba en un artículo, publicado en el digital El Circ de Tarragona con el título de "Grietas en el Anfiteatro", que "el Ayuntamiento conocía la existencia de grietas estructurales al menos desde 2016" ya que él mismo "se lo había hecho saber".

La CUP de Tarragona quiere expresar su "malestar por unos hechos que no han pasado como consecuencia de un terremoto sino por la dejadez continuada de un Equipo de Gobierno que no prevé las necesidades del patrimonio histórico que gestiona y sólo lo tiene en cuenta a nivel de 'industria turística'". Según la formación independentista, si no es así no se explica que "unas deficiencias estructurales como éstas no fueran detectadas y solucionadas con más tiempo". Consideran "muy preocupante las informaciones que se recogen en el artículo según las cuales cuando el arqueólogo Pociña denunció por escrito la existencia de las grietas, no sólo no se le hizo caso, sino que además se le pidió 'que no se pusiera'".

Desde la CUP de Tarragona quieren saber "por qué no se hizo caso de las advertencias de Pociña y por qué se dice que no se sabía nada hasta este año" y también se preguntan si "el hecho de que el arqueólogo hubiera denunciado al Ayuntamiento de Tarragona por un tema laboral –tal y como recoge un artículo publicado en febrero de 2017 en Porta Enrere– influyó para no hacerle caso en su momento". Los independentistas formularán estas preguntas al alcalde Ballesteros en el próximo plenario, aunque piden "explícitamente que se responda a estas preguntas lo antes posible, no sólo a nosotros sino a todas las tarraconenses y tarraconenses".

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