La formación anticapitalista considera que la mejor manera de rentabilizar la herencia del evento deportivo es garantizar que el conjunto de la población tarraconense y las entidades deportivas de la ciudad hagan un uso regular de las instalaciones.
Aprovechando la reunión que las consejeras Laia Estrada y Eva Miguel tenían con el presidente del Club Rugby Tarragona, Andrés Lechuga, éstas han podido constatar lo que desde la formación anticapitalista ya se había anunciado: que en esta ciudad se construyen instalaciones y se hacen inversiones millonarias con dinero público no para satisfacer las necesidades de los tarraconenses, sino para satisfacer el interés de los partidos, en este caso del PSC, haciendo de los Juegos su proyecto estrella.
Las cupaires hoy se han emplazado en el que debía ser el campo de rugby, la gran demanda de una de las entidades deportivas de la ciudad, el Club Rugby Tarragona. Este campo combina zonas totalmente yermas con espacios pantanosos llenos de charcos, ya que ni el sustrato ni el césped son los idóneos.
La CUP denuncia, por un lado, unas instalaciones que no eran prioritarias, como el Palacio de Deportes que ha costado cerca de 19 millones de euros a la Generalitat y hoy en día "aún no sabemos qué uso tendrá", y hace inciso en que los equipamientos que ahora mismo están en funcionamiento "básicamente se dedican a eventos deportivos puntuales y no al día a día del deporte base de la ciudad". Y, por otro lado, denuncia que lo que sí era una necesidad para el deporte de la ciudad "se construyó de espaldas al Club Rugby Tarragona, que es quien podría haber asesorado sobre qué tipo de gesta sería la más idónea para el mantenimiento y que el espacio fuera verdaderamente utilizable" como ha expresado la consejera Eva Miguel.
La consejera Laia Estrada afirma que "ahora tenemos una empresa que ha hecho lo que ha querido y a la que tampoco se le ha exigido que cumpliera con aquello que tenía proyectado y hemos heredado un campo que no se está utilizando porque no cumple, ni mucho menos, con las necesidades ni con las medidas adecuadas para practicar rugby".
La CUP se reafirma en que no se deberían haber llevado a cabo los Juegos Mediterráneos, sin embargo ahora que ya tenemos estas instalaciones como herencia lo que quieren es "que se garantice un uso cotidiano regular y para todos al máximo rendimiento para que la población tarraconense pueda disfrutar de unas instalaciones que, aunque no eran prioritarias, puedan utilizarlas". Una buena iniciativa sería facilitar que las escuelas pudieran utilizar la Anilla Mediterránea en clave pedagógica, facilitar que las entidades de la ciudad puedan utilizar los diferentes equipamientos deportivos o promocionar eventos de tipo deportivo y lúdico-festivos en esta zona para popularizarla, permitiendo que la gente sienta el espacio como propio.