La CUP fija un ultimátum a Pellicer sobre el funcionamiento de la Guardia Urbana de Reus

30 de julio de 2018 a las 11:24h

La CUP ha planteado un ultimátum al alcalde de Reus para que convoque la plaza de inspector de la Guardia Urbana antes de que acabe el año. Según ha explicado Oriol Ciurana, "ya son demasiados los casos de intromisión autoritaria por parte de este cuerpo que no sabemos a quién y a qué obedece". En este sentido, Ciurana ha denunciado que miembros de la Guardia Urbana, por su cuenta, prohibieron un concierto a las 12 del mediodía en la Palma del Festival de Blues enmarcado, este año, dentro de Reus, Ciudad de la Música. Así pues, era un concierto que estaba avalado por el mismo ayuntamiento y nadie del gobierno ha respondido ante estos hechos. Por ejemplos como este, entre otros, la CUP se pregunta "quién es el jefe real de este cuerpo que parece que cada día actúa más por libre" y esto preocupa seriamente a la formación. Los *cupaires* advierten que, si el alcalde no cumple con la obligación legal de convocar la plaza de inspector antes de acabar el año, están preparados para hacer "una campaña popular que tendrá en cuenta las actuaciones del cuerpo en unas fiestas de Misericordia muy cercanas al 1 de octubre y con la valoración hecha de una actuación más que cuestionable de miembros del cuerpo durante las pasadas fiestas de Sant Pere". SOBRE EL CONVENIO LABORAL DEL CONSISTORIO Marta Llorens ha cargado de nuevo contra la opacidad y la falta de transparencia del gobierno encabezado por Carles Pellicer que ha convocado un pleno extraordinario el último día de julio para aprobar el nuevo convenio laboral del Ayuntamiento de Reus al que la CUP ya ha anunciado que votará en contra. Llorens ha criticado que en el último pleno del mes de julio se emplazara a los grupos municipales de cara a septiembre cuando "Pellicer ya sabía que se tenía que aprobar el nuevo convenio de los trabajadores y trabajadoras antes". Esto, según los *cupaires*, ha comportado la convocatoria de "un pleno extraordinario que no se ha convocado hasta última hora y con un contenido que ha costado mucho que se hiciera público". Desde la CUP se ha rechazado y denunciado "el poder que el sistema institucional otorga a los cargos electos que en última instancia pueden revocar un convenio de la mayoría de las personas trabajadoras". No obstante, desde la formación aseguran que esta no es la realidad del convenio en cuestión porque este "no lo ha votado ni el 18 % de la plantilla". "Solo 140 trabajadoras de unas 780 han votado el nuevo convenio, según confirmó uno de los representantes de los trabajadores y trabajadoras que asistieron a la comisión informativa", ha asegurado Llorens. La CUP también ha denunciado que se han saltado pasos del reglamento interno y que todo el proceso negociador del convenio denota demasiada opacidad, motivos por los cuales reafirman el voto en contra. Además, la formación ha asegurado que diversas personas a título individual reclaman repetir el proceso de votación del convenio, hecho que refuerza la sospecha de la CUP de "posibles irregularidades en el proceso".

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