La CUP de Tarragona ha enviado un comunicado para explicar "por qué los cargos electos de nuestra organización seguirán sin participar en ningún acto en el que la representación se convierta en una muestra de autoridad por encima del conjunto de la población tarraconense, así como tampoco participarán en ningún acto religioso".
Los anticapitalistas felicitan al actual gobierno de Ricomà por permitir la apertura de los balcones a los vecinos y vecinas de la ciudad, pues forma parte de las reivindicaciones formuladas por la CUP en clave de democratizar la fiesta mayor."Queremos recordar que, tal y como se aprobó en el pasado pleno a propuesta de nuestro grupo municipal, hay que elaborar un reglamento de ocupación de los balcones institucionales. Para la CUP no basta con sortear algunos lugares, sino que hay que abrir el debate para limitar la presencia de los cargos institucionales para permitir que estén las representantes de las entidades de la ciudad", explican.
Además, la CUP reclama la redacción del «Protocolo de fiestas mayores de la ciudad de Tarragona» para garantizar la accesibilidad a los actos a aquellas personas con dificultades de movilidad y trastornos sensoriales; aumentar los espacios donde se preste el servicio de aparcamiento de los cochecitos y facilitar espacios de cambiadores de pañales; aumentar el número de lavabos públicos; ampliar los recursos económicos y de personal de la campaña Respétame y mejorar las ubicaciones y horarios de los "Puntos Lila"; crear un punto de prevención y asesoramiento ante la ingesta de alcohol y drogas; reforzar y promover el transporte público; así como para descentralizar los actos y garantizar y promover unas fiestas sostenibles.
Por último, en relación a la no participación de la CUP en actos religiosos, los anticapitalistas entienden que "en una sociedad democrática y laica ninguna religión puede situarse por delante de ninguna otra y, a la vez, debe aspirar a ubicar la religión como una opción personal. Por lo tanto, consideramos que tanto la Institución como las personas que son cargos institucionales no deben participar en calidad del cargo que ostentan. La CUP defendemos la participación de cualquier persona en cualquier acto religioso en calidad de vecino o vecina de la ciudad que tiene derecho a tener unas creencias determinadas".
