El proyecto de Ca l'Ardiaca sigue inmerso en un periplo administrativo. En la Comisión Informativa de Territorio celebrada hoy en el Ayuntamiento de Tarragona, el gobierno ha dado cuenta a los grupos municipales del levantamiento de la suspensión del expediente de venta forzosa y, por tanto, de poner en marcha de nuevo el proceso para vender el inmueble. Para la CUP es claro que "ni la promotora que tenía la propiedad ni el gobierno municipal saben qué hacer con este conjunto patrimonial" y cree que "es obvio que el Ayuntamiento acabará viéndose forzado a expropiar el edificio". La formación anticapitalista considera que "en vez de continuar con un proceso de venta forzosa que, muy probablemente, quede en nada, hay que iniciar ya el expediente para la expropiación antes de que se caiga Ca l'Ardiaca que, por otra parte, parece que es lo que quieren las partes (tanto la pública como la privada) para poder construir".
Ca l'Ardiaca (también llamada Casa de la Pia Almoina o Casa Rectoral) es un inmueble situado en el Pla de la Seu, números 4-10, catalogado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL, número de registro 6907-I). Se trata de un inmueble medieval de planta baja y dos pisos de altura, datado en los siglos XIV-XV/XVI. La CUP señala que "hablamos de muchos años que este edificio ha estado cerrado y con un proceso de degradación que avanza a pasos agigantados, apuntalado sólo por un andamio que no tenemos la certeza de que sea capaz de evitar un derrumbe", añadiendo que "el peligro es bien evidente, sobre todo teniendo en cuenta los antecedentes de derrumbes de edificios de la Part Alta". "En esta situación tan lamentable", añade, "es la ciudad quien pierde, ya que suma un caso más al catálogo de Grandes Ruinas que no hace más que crecer debido a la nefasta gestión que el equipo de Ballesteros hace del patrimonio de la ciudad".
Es por ello que los independentistas consideran que "la expropiación antes de que la situación de Ca l'Ardiaca sea del todo irreversible es imprescindible para salvar el conjunto patrimonial". Además, consideran que "hay que estudiar los usos que se podrían dar al inmueble, haciendo un estudio del estado real del edificio (estructura, riesgos, etc.) y hasta qué punto se podría modificar la distribución del espacio interior, así como estableciendo un nivel de protección más allá del que debería tener per se un bien catalogado". También señalan que en los presupuestos aprobados este 2019 "se contempla una partida de inversiones para los próximos cuatro años que se podrían aprovechar para salvar Ca l'Ardiaca y darle un uso para la ciudad". La CUP afirma que "es necesario rediseñar el Plan de Usos Culturales para saber con certeza qué equipamientos son necesarios tanto en la Part Alta como en el centro y en el conjunto de la ciudad para dar un uso al patrimonio que se adecue a las necesidades de Tarragona".
