Recientemente se ha conocido el nombramiento de Joan Planellas como nuevo arzobispo de Tarragona y esto ha despertado el debate sobre si el séquito popular debía darle la bienvenida. Convocada la comisión asesora del séquito, desde la CUP consideran que "es prioritario preservar la laicidad de la institución municipal" y, en este sentido, se oponen a la salida excepcional propuesta.
"El hecho de no garantizar una separación real entre los asuntos públicos como son los institucionales y los privados como la religión crea una connivencia entre el poder eclesiástico y el Ayuntamiento", asegura el concejal Jaume López. Esta "connivencia", recuerda, se traduce en el hecho de que el Ayuntamiento "haya mirado hacia otro lado" con respecto a las declaraciones "machistas, homófobas y justificando los abusos sexuales a menores" del anterior arzobispo, Jaume Pujol.
Por último, Jaume López, concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Tarragona, considera que el hecho de que esta salida del séquito sea, tal como señaló el alcalde Josep Fèlix Ballesteros, "una tradición desde hace 500 años" no es "motivo suficiente en ningún caso". "Consideramos prioritario preservar la laicidad así como el respeto igualitario para todas las opciones religiosas". La CUP reitera, además, que la Iglesia católica dispone de diversos privilegios y, en su programa electoral, señala la "necesidad" de acabar con estos. "Esta es una buena ocasión para empezar a hacerlo", señalan.