La Costa Dorada teme una posible crisis en el programa de vacaciones del Imserso

19 de enero de 2019 a las 09:57h

El sector hotelero de la Costa Dorada central está preocupado por el rumbo del programa de vacaciones del Imserso en su nueva adjudicación. El motivo es la noticia repentina que se conoció este jueves pasado relativa a la dimisión de la actual directora general del Imserso, Carmen Orta, cuando faltan pocas semanas para que el pliego de condiciones para la adjudicación del Programa de Vacaciones de Personas Mayores pase por la mesa del Consejo de Ministros para su publicación en el BOE.

Este programa determinará las vacaciones de invierno de más de 930.000 personas de la tercera edad acreditadas durante los próximos cuatro años. La inesperada sustitución de Carmen Orta, según la opinión de expertos en administración pública, "puede dar lugar a un retraso en la tramitación del expediente, ya que la nueva persona que ocupe este cargo podría querer tutelar desde el comienzo este importante programa para cualquier gobierno".

Por este motivo, desde el sector hotelero de la Costa Dorada central "queremos advertir de nuevo que un retraso en la planificación y adjudicación volvería a ser letal para el sector, si no se pudiera iniciar la comercialización de los paquetes a principios del mes de septiembre, como se prevé", explicaba el presidente de la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, Xavier Roig. Y es que entre plazos de presentación, adjudicación, recursos y contrarrecursos, el calendario ya está tan ajustado que "no nos podemos permitir ningún retraso sobre la planning previsto", asegura Roig.

Además de esta posibilidad de retraso en la adjudicación, "el sector sigue muy preocupado por la estructura del pliego de condiciones y en cómo se traducirá la mejora de la posición hotelera en la contratación de las próximas ediciones".

Xavier Roig manifiesta, en la misma línea que lo hace la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunidad Valenciana (HOSBEC), que "el Gobierno del Estado debe ser sensible a las demandas de un sector que apuesta por la inversión, por la calidad y por el trabajo". Según él, "los hoteleros no nos podemos ver hipotecados por un programa que se extenderá por 4 años más (2 anualidades iniciales, más 2 anualidades de prórroga) con unos precios que apenas superan los 20€ por persona y día y con alojamiento, pensión completa, vino y agua, animación, wifi, televisores de plasma y hoteles de última generación". Asimismo, el presidente de los hoteleros dice que "un nuevo programa basado en este planteamiento es completamente inasumible y sólo provoca ruina tras ruina para el sector. Trabajar a pérdidas es un débil estímulo para la parte empresarial, por lo que cada vez serán menos los establecimientos que quieran participar y se degradará el servicio que se presta a los usuarios de edad".

Se da la circunstancia de que los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Ejecutivo Central no sólo no suponen ningún incremento de presupuesto para el programa y para esta mejora, sino que se recorta sobre el presupuesto de 2018, lo cual ha generado incredulidad en el sector ante los reiterados compromisos de mejora que han ido exponiendo los diferentes responsables.

Detrás de este programa existe una inversión millonaria en modernización de instalaciones y servicios. Los hoteles que hoy participan en la operativa no tienen nada que ver con los hoteles de hace 25 años, mientras que la estructura administrativa del programa sigue siendo prácticamente la misma que cuando se creó.

El sector hotelero exige del Gobierno del Estado su solidaridad expresa y considera "imprescindible" que los nuevos pliegos contemplen un escenario que permita a los empresarios, al menos, no perder dinero con el programa. Nadie puede olvidar que los dos pilares básicos son, por un lado, "mejorar la calidad de vida de las personas mayores", pero por otro, y no menos importante, "garantizar el trabajo hotelero en las zonas turísticas. Si uno de estos dos pilares se rompe, el sistema acabará por caer, y el pilar hotelero está siendo muy descuidado y menospreciado por nuestros gobernantes desde hace muchos años".

Los hoteleros consideran que "el Gobierno del Estado no tiene ninguna excusa para el recorte presupuestario y sí que tiene muchos argumentos para haber propiciado un incremento de su partida del Imserso". Hay que tener en cuenta que quien más gana con el propio programa es el Estado: por cada euro que invierte en recibe 1,5€, por lo que su rentabilidad es del 50%, aunque sea a costa de la ruina de centenares de hoteleros españoles.

Dice el sector que "sólo es necesaria la voluntad política para mejorar el programa, tanto en la vía presupuestaria como en la vía de actualizar la aportación de los usuarios que cada día demandan más y mejores servicios y que, además, están dispuestos a pagar por estos, ya que las cantidades son absolutamente ridículas".