La Costa Dorada mantiene el ritmo de reservas a pesar del Brexit. La preocupación entre los hoteleros tarraconenses contrasta con la entrada de reservas en los complejos hoteleros. Ya se reciben demandas de turismo británico para las vacaciones de este año -es un mercado que reserva con mucha antelación- a un ritmo muy similar respecto a principios del año pasado. La Costa Dorada resiste a la quiebra de Thomas Cook y a la incertidumbre ante la marcha del Reino Unido de la Unión Europea. Se anticipa un año "normal". De momento, los efectos que pueda tener el Brexit no se hacen notar en un territorio muy visitado por británicos. En el aeropuerto de Reus, del millón de pasajeros que recibió en 2019, un 65% eran ingleses. El mercado británico sigue fiel a la Costa Dorada. El Brexit, de momento, no se hace notar. Los turistas británicos reservan sus vacaciones en la Costa Dorada como una temporada más. Es un mercado maduro que compra con tiempo, tradicionalmente desde el día de San Esteban -el 'Boxing day' en el Reino Unido. De diciembre a marzo se concentra un 40% de la venta de paquetes turísticos. Este año las compras también se han adelantado ante el miedo a un Brexit duro. Sea como sea, visto el volumen de reservas, los hoteleros perciben "una situación de normalidad".
Desde el Patronato de Turismo de la Diputación de Tarragona, organismo que promueve las marcas Costa Dorada y Tierras del Ebro, se confirma esta buena tendencia. "En cuanto al impacto del Brexit para el ejercicio turístico de este año, según previsiones a mes de febrero, no hay afectación negativa", afirma la presidenta del Patronato, Marta Farrero. "El nivel de reservas a fecha de hoy va incluso un poco por encima del año pasado, pero aún es pronto para saber cómo acabará el ejercicio", puntualiza.
Uno de cada diez turistas que visita el territorio tarraconense proviene del Reino Unido. El turista inglés representa el 10% del total de visitantes en un destino donde predomina mayoritariamente el mercado nacional -el 50% es turismo proveniente de Cataluña o el Estado. Es el tercer cliente en la demarcación de Tarragona, con un total de 2.219.000 pernoctaciones en 2019, según el Observatorio del Departamento de Innovación Turística de Eureca, pero en las playas de la Costa Dorada se sitúa como segundo cliente.
Abrir nuevos mercados
"Por ahora no parece que deba ser problemático el mercado británico para la Costa Dorada y Tierras del Ebro", apunta Xavier Guardià, portavoz de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo de Tarragona (FEHT). Con todo, ante la incertidumbre, desde la FEHT se impulsan estrategias y se trabajan nuevos mercados, como el asiático o el polaco, un mercado interesante con el que se quiere incidir, pero aún no se han obtenido grandes éxitos. Últimamente el mercado ruso también ha vuelto a repuntar en la Costa Dorada.
"Como destino turístico tenemos un abanico amplio de mercados, esta es nuestra ventaja, tenemos que ir jugando con estos mercados", añade Guardià. El buen comportamiento de la libra esterlina es clave para asegurar la demanda y la operativa británica. Los hoteleros de la Costa Dorada se las arreglan, pero no bajan la guardia. Habrá que ver cómo acabará afectando el Brexit a la economía y a la fluctuación -con una posible devaluación- de la libra, que es lo que realmente preocupa a todos los sectores.
Un aeropuerto rendido al Reino Unido
El turismo no es el único sector afectado. El transporte aéreo también es uno de los que pueden sufrir un impacto más negativo por el Brexit, teniendo en cuenta que el aeropuerto de Reus movió 678.000 pasajeros británicos el año pasado. Con todo, al igual que el sector hotelero, el aeropuerto no percibe afectación. "Hasta el 31 de diciembre de 2020 está en vigor un período transitorio pactado entre la UE y el Reino Unido, durante el cual, y mientras se negocia la relación futura entre ambos, se mantiene el estado actual en el sector de la aviación", dice Aena.
Es más, Ryanair, Easyjet, Jet2.com y TUI, que son las aerolíneas que operan desde el Reino Unido, han aumentado este año su oferta respecto al año pasado, en gran parte para absorber las plazas dejadas por la quiebra de Thomas Cook, el cuarto turoperador en la zona -en caso de haber sido el primero, la afectación habría sido mucho mayor. En todo caso, el Reino Unido está fuera del espacio Schengen, es decir, no necesita de control aduanero de pasaportes. Por lo tanto, en este aspecto, no se da ningún cambio respecto a 2019.
Desde Reus ahora mismo se ofrecen un total de 26 destinos -casi la mitad en Inglaterra. Aparte del mercado británico, el aeropuerto reusense ha perdido este año la operativa de Transavia -que conectaba Reus con Amsterdam Schiphol- y de Brussels Airlines, muy ligada a Thomas Cook, que enlazaba con el aeropuerto de Zaventem. Por otra parte, en junio se estrenará una ruta regular con la capital de Bielorrusia, Minsk, destino con el que el aeropuerto será la primera vez que conectará en su historia.
De cara a 2021, las compañías aéreas se han cubierto mucho las espaldas -con la reestructuración del accionariado-, si bien algunas de ellas son grandes empresas que tienen capacidad de ejercer presión para mantener los 'open-skies' o cielos abiertos -que es la libertad de vuelo entre compañías- entre Europa y países terceros. "Nosotros somos un destino fuerte y potente, estamos dentro de las prioridades del mercado inglés cuando piensa en vacaciones, teóricamente no deberíamos sufrir a pesar de factores externos", concluye Guardià.
