Repsol promueve un año más el balizamiento ecológico de las playas de la costa tarraconense, mediante la instalación de 15 nuevos biotopos artificiales (6 en Salou, 5 en Tarragona, 2 en Torredembarra y 2 en L'Hospitalet de l'Infant). Con estos, ya son 135 los biotopos sumergidos en estas playas desde que se instalaron los primeros, en 2012.
Los municipios que utilizan este sistema de balizamiento ecológico de las playas son Torredembarra (con 34 biotopos instalados), L'Ametlla de Mar (11), Altafulla (38), Salou (14), Tarragona (31) y L'Hospitalet de l'Infant (7).
Los biotopos artificiales son grandes piezas de obra y piedra hechas con un cemento natural de alta durabilidad que atraen a la flora y la fauna marinas y hacen que se forme un arrecife. Tienen una altura de entre 1,5 y 2 metros y su anchura suele ser de un metro y medio, mientras que su peso es de entre 1.500 y 2.500 kg. Estos biotopos llevan una boya intermedia que hace que la cadena sobrante de la boya que hay en la superficie para delimitar la zona de baño, quede en suspensión y no dañe el fondo marino cuando hay temporal.
Los biotopos se instalan de forma permanente y al finalizar la temporada de verano, tan solo se retira la cadena y la boya de plástico superior, lo cual permite que la vida marina que se ha generado a su alrededor, no se vea dañada y continúe creciendo, a diferencia de lo que ocurría con los tradicionales bloques de hormigón que se ponían y quitaban al inicio y final de cada temporada de verano. Así pues, con el nuevo sistema de boyas ecológicas, la base queda en el fondo del mar y al inicio de cada temporada unos submarinistas localizan por GPS la posición exacta, para colocar nuevamente una boya de superficie.
En cuanto a la financiación del proyecto, Repsol se hace cargo de los biotopos, mientras que los ayuntamientos financian el mantenimiento del material y la instalación y desinstalación de la parte que va desde la boya intermedia hasta la superficie.