La escasez de lluvias y la disminución de reservas hídricas en los pantanos han provocado que, este año, el habitual desembalse que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) efectúa en otoño para luchar contra la proliferación de macrófitos en el tramo final del río se vea reducido al mínimo. El organismo ha anunciado que la operación, prevista el próximo miércoles por la mañana, se limitará a la liberación de un máximo de 1.000 metros cúbicos por segundo desde el pantano de Flix entre las 08:45h y las 10:15h.
Esta cifra discorda mucho de las tres puntas de 1.200 metros cúbicos por segundo a lo largo de 11 horas que se programaron el año pasado. Así, según acordó la Junta de Explotación del Bajo Ebro, el pasado 19 de octubre, el desembalse será "el más ajustado posible adaptándose a la situación de disminución de reservas en Mequinenza y los bajos caudales circulantes en el eje del Ebro durante este último año, provocadas por un déficit pluviométrico".
Según las previsiones de la CHE, que ha recordado que la operación responde a los criterios del nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro, el caudal comenzará a incrementarse a partir de las 08:45 ,h llegando a los 1.000 metros cúbicos a las 9 h de este miércoles, 8 de noviembre. La reducción, comenzará justo una hora después, a las 10 h, situándose el caudal en los 120 metros cúbicos por segundo a un cuarto de diez.