La Caixa cerrará este mes de septiembre su oficina de la Vall de l'Arrabassada de Tarragona, situada en la calle Salvador Espriu. Esta sucursal se integrará en una oficina más grande como es la Caixabank Store del Balcón del Mediterráneo, ubicada en la parte alta de la Rambla Nova.
Los trabajadores afectados por esta decisión también serán trasladados a la oficina integradora, de forma que los clientes no perderán a sus gestores de referencia. Cabe destacar que, a pesar del cierre de la oficina física, quedará un cajero operativo. Se trata de cajeros que permiten hacer casi la totalidad de las operativas de una oficina.
Según han confirmado fuentes de la entidad bancaria, esta integración se debe a la estrategia de CaixaBank de estar cerca de los clientes y apostar por oficinas más grandes, que permiten disponer de especialistas y ofrecer un mejor servicio de asesoramiento a los clientes. En el caso de la oficina de Arrabassada es muy pequeña y no permite la especialización, algo que también ha provocado el cierre este septiembre de otras oficinas del Camp de Tarragona como las de La Pineda y la calle Carles Buïgas de Salou.
Los nuevos comportamientos de los clientes, que se están trasladando cada vez más a hacer sus gestiones a través de los canales digitales, han provocado esta nueva estrategia de Caixabank. Y es que hay que destacar que solo un 5% de las operaciones se hacen físicamente en las oficinas, mientras que un 24% se hacen a través de Internet y un 33% de la aplicación para teléfonos móviles. Sin embargo, desde La Caixa aseguran que los clientes valoran positivamente las oficinas cuando se busca un servicio de valor añadido como el asesoramiento sobre inversión o información sobre préstamos, por ejemplo.
