La Budellera se desarrollará en dos fases

27 de octubre de 2017 a las 08:15h
La Junta de Compensación provisional del PPU-24 ha presentado el nuevo proyecto de la Budellera, dando así cumplimiento a las prescripciones solicitadas por la Comisión Territorial de Urbanismo del Camp de Tarragona. El plan de la Budellera prevé las obras de urbanización y de edificación en dos fases de ejecución diferentes, de forma escalonada y sin poner en riesgo la viabilidad técnica y económica del sector urbanizable.
Este plan de la Budellera es aún más sostenible y respeta en todo momento (como siempre se había previsto) el Anillo Verde -delimitado en el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) de Tarragona vigente desde 2013. Las principales novedades son la nueva vertebración urbana de las calles, que se ordenará entorno a la sinuosidad de los dos barrancos de la Budellera, los cuales permanecerán mayoritariamente a cielo abierto -y no cubiertos como en el plan anterior-, de forma que a lo largo de sus cauces transcurrirán caminos, los cuales permitirán conectar las playas con el Anillo Verde a través de áreas de descanso y de ocio. El proyecto de la Budellera promueve una mayor integración de la urbanización y la edificación con el estado natural de la orografía original.
La segunda novedad radica en el hecho de que la ciudad recibirá 48,4 hectáreas de espacios libres públicos en forma de cuatro nuevas zonas verdes, como los parques de la Savinosa, el Agua, el Gran Parque de la Budellera (que unirá la zona de la Budellera con las urbanizaciones de Boscos y Cala Romana) y el Parque Norte, que será una transición en zona verde entre el espacio edificado de la Budellera y el Anillo Verde. Las zonas verdes de las que podrá disfrutar la ciudad significan 35,2 hectáreas más respecto al legal exigido por la Ley de Urbanismo, que es sólo de 13,2 hectáreas. Es decir, la ciudad recibirá tres veces y medio más de espacios libres públicos de lo que correspondería por ley. La primera fase de desarrollo contemplará la cesión gratuita de 10,4 hectáreas de terreno en la Playa Larga de Tarragona, que hoy son privadas y pasarían a ser de titularidad pública municipal, como ya estaba previsto desde un primer momento en el proyecto de la Budellera, sin haber previsto ninguna zona para aparcamiento.
Así también, durante esta primera fase, se cederían 9,2 hectáreas para nuevos equipamientos. El primer espacio que se urbanizaría sería el sector a partir de las instalaciones del Nàstic y hasta el Colegio Mare Nostrum que se mantiene como equipamiento, además de la cesión de todo el subsector de la Playa Larga. Esta delimitación incorpora los terrenos entre las rotondas del Llorito y de la Savinosa, hecho que permitiría definitivamente mejorar el acceso desde la Vía Augusta a la autovía A-7 por un vial urbano, sin pendientes acusadas ni tumbos peraltados.
Asimismo, un nuevo acceso de la A-7 más al norte, previsto en la segunda fase, permitiría descongestionar definitivamente la Vía Augusta. Cabe decir que durante la primera fase se consolidarán la mayoría de servicios de luz con la construcción de la subestación eléctrica, un depósito de agua que abastecerá también a toda la edificación aislada en unifamiliares de Levante, y la mejora de la red de saneamiento con conexión a la EDAR Tarragona Norte-Altafulla, unos equipamientos que darán servicio no sólo a la Budellera, sino a todas las urbanizaciones de Levante.
Los aprovechamientos de suelo para usos residenciales se mantienen inalterables con 4.040 nuevas viviendas, de los cuales aproximadamente el 50 por ciento correspondería a cada una de las fases. El 30 por ciento de los nuevos hogares que se edifiquen en cada una de las fases disfrutarán de algún tipo de protección oficial, lo cual significa poner en el mercado un mínimo de 1.200 viviendas a precios asequibles evitando, así, la emigración de tarraconenses buscando vivienda deseada en otros municipios. Poner en marcha esta primera fase es decisivo, dado que en los próximos tres años la ciudad de Tarragona agotará los solares disponibles para vivienda. Esta fecha es muy importante para el futuro social y económico de la ciudad dado que en el mejor de los escenarios, si toda la tramitación se desarrolla sin trabas, la primera máquina no comenzaría a urbanizar la Budellera antes de 2022; la primera grúa no se pondría en marcha antes de 2024 y el primer piso no se entregaría antes de 2026.
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C CIUTAT
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