La Bibliomar de Altafulla se ha consolidado como punto de lectura de verano en el Parque de Voramar, ligado a la Biblioteca Municipal, y ha cumplido así con sus objetivos principales de consolidación como proyecto cultural marcados en sus inicios en 2013.
La Bibliomar ha recibido este verano una asistencia total de 833 usuarios en los 29 días que se ha abierto al público durante los meses de julio y agosto, cifra que se traduce en una media de 30 usuarios por día. Según datos que se desprenden de la memoria realizada por las responsables del servicio, de estos se han tramitado 24 carnés para usuarios nuevos, nueve como carné nuevo, y 15 como carné unificado.
De las cifras también destacan los 236 préstamos de documentos, material diverso y publicaciones que se han tramitado a lo largo de este mes y medio que la Bibliomar ha estado abierta.
La memoria también remarca la excepcionalidad de este verano donde se ha valorado muy positivamente las medidas tomadas por la situación pandémica, hecho que ha permitido tener un mayor control del aforo limitado por las restricciones de la Covid-19. En esta línea, este verano solo se han mantenido los cuenta-cuentos donde se han realizado tres sesiones durante el mes de agosto, con aforo limitado y distancias de seguridad.
La conexión a Internet este verano también ha sido uno de los puntos que se ha subrayado, ya que ha permitido el acceso al catálogo de la Biblioteca y de esta manera, "hemos podido controlar mucho mejor los datos de los usuarios y los préstamos de los documentos", según ha apuntado Rosalia Ciuró, responsable de la Bibliomar. Este avance "ha supuesto una mejora en cuanto a la búsqueda de libros y la orientación de los usuarios hacia otras bibliotecas".
Para terminar, los libros más prestados siguen siendo los de literatura infantil y juvenil y el perfil de usuario mayoritario sigue siendo el de las familias con niños que pasan el período de vacaciones en Altafulla.