La Audiencia de Lleida ha confirmado la absolución al horticultor y activista Josep Pàmies del delito contra la salud pública por el que había sido acusado por la fiscalía por cultivar marihuana de uso terapéutico. La Sala ha coincidido con la jueza del penal 2 de Lleida que ya lo absolvió al considerar acreditado el consumo propio y que no se traficó con las plantas y ha desestimado, por tanto, el recurso presentado por la fiscalía. Los Mossos d'Esquadra decomisaron, en 2014, 89 plantas de marihuana en un invernadero de su explotación que Pàmies asegura que cedía a personas de la asociación Dolça Revolució. Aunque el valor en el mercado ilícito de estas plantas superaba los 8.000 euros, la jueza consideró probado que cada uno de la cuarentena de socios disponían de un par de plantas cada uno y que se encargaban individualmente de ellas, tal y como ha confirmado la Audiencia. La fiscalía, pedía dos años de prisión y 16.000 euros de multa para el horticultor que, antes de entrar a declarar en el juicio que tuvo lugar el 25 de mayo, aseguró que lo que hizo era "correcto". "No tengo que arrepentirme de nada, no soy ningún traficante", sentenció.
Su abogada, Anaïs Franquesa, ya defendió que el acusado no comercializó con la planta, sino que cedió los terrenos para que la gente la cultivara con finalidades terapéuticas. Más de medio centenar de personas apoyaron a Pàmies antes del juicio y se concentraron ante los juzgados de Lleida con una pancarta donde se podía leer 'Castigar a quien ayuda, no es impartir justicia'. La sentencia del juzgado penal 2 de Lleida, confirmada ahora por la Audiencia, argumentaba la absolución con otras sentencias anteriores y recogía que se trata de un cultivo compartido de uso propio con finalidades terapéuticas. "No se ha acreditado que los socios u otros hayan traficado con la sustancia" y se trata de una "cantidad compatible para el consumo propio" ya que ha quedado acreditado que cada socio tenía una o dos plantas y que cada uno se encargaba de su mantenimiento y recolección, recogía la sentencia. En el juicio declararon, además de Pàmies, algunas de las personas que tenían plantas de marihuana en los terrenos del horticultor. Según se explicó en el juicio, en los terrenos de Pàmies había plantadas 89 plantas de marihuana que pertenecían a 46 personas de la asociación Dolça Revolució.
