Junts defiende el feudo vallense

27 de mayo de 2023 a las 09:16h

Segundo examen de Junts. Hace cuatro años las elecciones fueron todo un reto para la marca postconvergente. Albert Batet se marchaba después de 11 años como alcalde y encima el partido transformaba su marca. CiU desaparecía del mapa y llegaba Junts per Valls. En un contexto de subida de participación y la coincidencia con las europeas de Puigdemont en el exilio, los juntaires resistieron y se dejaron solo un concejal por el camino. Dolors Farré se convirtió en nueva alcaldesa gracias a un pacto de gobierno con la coalición de ERC y Compromís per Valls.

Ahora la alcaldesa afronta su reelección después de un mandato convulso. El mandato ha estado marcado por los mil obstáculos del Museo Casteller, los problemas de seguridad, las tensiones sobre el crecimiento industrial y el inicio de la transformación cultural y urbanística del barrio histórico. Además, el gobierno independentista cierra el mandato con la excelente noticia de que el municipio tendrá un parque sanitario, una reivindicación histórica del territorio. Este incluirá Atención Primaria (CAP), Atención Intermedia (sociosanitario) y Atención Hospitalaria.

Junts en Valls, comparado con muchos municipios de Cataluña, parte de una ventaja: no existe ninguna otra candidatura del espacio postconvergente que le haga sombra. Un hecho que les permite solo centrarse en posibles fugas de votos a ERC y PSC, que no es poca cosa. Para evitar esto y volverse a alzar con la victoria Dolors Farré ha confeccionado una lista muy castellera. Es decir, muy vallenca. En los primeros lugares de la lista ha mantenido la mayoría de las piezas importantes que le han acompañado en estos 4 años de gobierno, pero en las plazas de salida también se han incorporado dos figuras castelleras de primer orden. Andreu Gassó de la Colla Joves Xiquets de Valls y Joan Ibarra, presidente de la Coordinadora de Colles Castelleres y expresidente de la Colla Vella dels Xiquets de Valls.

Las competidoras de Farré

Antes de que el espacio convergente se convirtiera en amo y señor de Valls durante el siglo XXI, los socialistas fueron el partido hegemónico y los republicanos ocuparon 6 años la alcaldía. Ambos partidos aspiran a recuperar la alcaldía por el desgaste de Junts a escala nacional. Si ambos partidos suman, se podría dar un pacto de izquierdas que cambiara el color político de Valls. Los republicanos han tenido un mandato tenso con sus compañeros de gobierno y se podrían sentir tentados a buscar nuevos amigos. Hace cuatro años sumaban 9 concejales juntos (5 de ERC y 4 del PSC), a dos de la absoluta. En campaña, Dolors Farré ha pedido que se respete la lista más votada, pero sus contrincantes no la han seguido con esta reivindicación.

Esquerra deja atrás su coalición con Compromís per Valls y cambia su candidato. Teresa Rull, que este mandato ha sido concejala de gobierno, encabeza la lista de los republicanos. La candidatura de Rull representa una auténtica ruptura con las anteriores listas y las caras de la formación sufren una transformación notable. Del actual grupo municipal solo se mantiene ella y figuras como Jordi Cartanyà u Òscar Peris cierran la lista.

En cuanto al PSC, Rosa Maria Ibarra vuelve a liderar la candidatura después de haberlo hecho en 2015 y 2019. Los socialistas quieren ser la opción de cambio en Valls y hacen hincapié en resolver los problemas de seguridad que sufre la ciudad. Ibarra mantiene a su escudero Juan Felipe Martínez, pero también aporta nuevos fichajes en las posiciones de salida. La consultora de comercio, Maria José Invernon, como número 3 o Antonio Egea, que sería el responsable de cultura, como número 4.

El peso de los republicanos en Valls en los últimos comicios es similar a los de sus rivales en el campo independentista. En las generales de noviembre de 2019, ERC quedó primera con el 26,61% y Junts segundo con el 20,82%. En cambio, en las autonómicas de 2021, los juntaires ganaron con el 30,36% y los republicanos se llevaron la plata con el 25,23%. Además, el PDeCat alcanzó un irrelevante 2,43%. Los terceros en discordia, los socialistas, quedaron por detrás de los dos partidos independentistas en ambos comicios sin superar los 2.000 votos, 16,24% en las generales y 15,22% en las autonómicas.

Vía libre a la izquierda alternativa

La CUP tendrá pocos contrincantes en el campo de la izquierda alternativa en las elecciones de mañana. En 2015 tuvo como rival Compromís per Valls – ICV – EUiA, que consiguieron un concejal, y en 2019 Podemos, que hizo figa con el 2,68%. Su candidato es Pere Vidal, que ha sido concejal este mandato después de la dimisión de Ana Merino.

Aparte de los tres partidos grandes, el independentismo incorpora un nuevo actor en estas elecciones. Se trata del Front Nacional de Catalunya. El partido de derecha radical independentista tiene escasa implementación en el país y en las autonómicas de 2021 consiguió solo 17 votos en Valls. Su candidata es Alexandra Garrido.

¿Hay espacio para el unionismo?

En las elecciones municipales de hace cuatro años, el único partido de derecha unionista que alcanzó la representación fue Ciudadanos con un concejal y el 7,40%. Por su parte, el PP consiguió un 3,13%. Es decir, poco más de un 10% y ligeramente por encima de los 1100 votos. En las generales de noviembre, donde se incorpora también VOX, llegaron a su pico: 1765 votos y casi el 15%. En las autonómicas, sin embargo, se quedaron con 918 votos y el 10,81%. En todos los casos, la formación más fuerte de este espacio estaba lejos de la CUP.

En las municipales de mañana habrá tres listas para repartirse este 10% del voto. Precisamente, el único partido con representación (Ciudadanos) no concurre a las elecciones. En su lugar, los populares presentan a Juan Manuel Sánchez, la derecha radical de VOX a Francisco González y la nueva formación de Valents a Daniel Roso.

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Adrià Miró
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