Josep Mañé: "Participación ciudadana en El Vendrell: propuesta de mínimos (I)"

07 de marzo de 2019 a las 12:08h

Los procesos de participación ciudadana son una herramienta que puede ser muy útil para facilitar y potenciar el empoderamiento vecinal y generar espacios de democracia directa. Pero la participación no se debe hacer a cualquier precio, no basta con impulsar espacios y procesos participativos, es necesario que estos sean de calidad. Un proceso participativo mal planteado, sin diagnóstico, poco transparente o no vinculante, solo sirve para banalizar y menospreciar la participación, para consolidar dinámicas clientelares o para que el gobierno de turno se ponga medallas de cara a las próximas elecciones. Si queremos que la participación sirva para generar democracia directa y para mejorar el municipio, hay que hacerla bien.

Así pues, ¿se está haciendo bien la participación en nuestro municipio? Es cierto que durante esta legislatura se han realizado algunos procesos participativos (Parque del Botafoc, presupuestos participativos en las playas, concejales en el barrio, modificación de la ordenanza de mercados callejeros, etc.), y que por lo tanto ha habido cierta apuesta por la participación ciudadana por parte del gobierno municipal, pero no creo que debamos estar excesivamente satisfechos. En general, nos encontramos procesos participativos caracterizados por: 1) Difusión insuficiente (mucha gente ni sabe que se hacen) 2) Pocos espacios de debate y deliberación presencial (hecho que genera aportaciones de más baja calidad y menos consensuadas) 3) Uso excesivo de la participación virtual (hecho que puede excluir a parte de la población) 4) Reglas del juego poco claras (en muchos casos no se define bien ni cuáles son los objetivos y límites del proceso ni cuáles serán los criterios para aceptar o rechazar las propuestas) 5) Participación muy centrada en la inmediatez (aquello que pasa en la propia calle o barrio, generalmente relacionado con el mantenimiento del espacio público).

Mientras que en otros municipios catalanes se percibe una apuesta decidida por el fomento de la participación ciudadana, consiguiendo que a lo largo de esta legislatura se consolidara notablemente, el equipo de gobierno de El Vendrell parece que este reto se toma con desidia y poquísima convicción. Lejos de ser una recopilación completa, sí que me gustaría apuntar una serie de elementos que deberían ser mínimos en cualquier proceso participativo:

Información clara: es necesario realizar una fase informativa previa al inicio de cada proceso, donde se explique a través de diversos canales (encuentros presenciales, redes sociales, cartelería, etc.) cuáles son las fases del proceso, los espacios de participación y el objetivo. En el caso de que el proceso esté relacionado con cuestiones muy técnicas o sea importante conocer determinadas normativas, será importante hacer un esfuerzo informativo en este sentido.

Diagnóstico consensuado: que establezca qué necesidades y problemáticas se quieren trabajar de manera prioritaria. Este diagnóstico se debe hacer de manera participada con todos los agentes implicados. Si se consensuan unos temas de trabajo se facilita que se hable de necesidades comunes, generales, y no específicas de una calle o un espacio determinado. Quién debe participar: determinar qué colectivos deberían participar en el proceso y facilitar su participación (generar grupos de debate con grupos específicos, aprovechar reuniones de entidades o colectivos facilitar la participación, aprovechar recursos de medio abierto para llegar a personas que generalmente no participan, etc.). No es tan importante la cantidad de participantes como el hecho de que se puedan recoger todos los puntos de vista sobre el tema que se quiere trabajar.

Cómo se puede participar: hay que buscar el equilibrio entre los espacios físicos de participación y el uso de las nuevas tecnologías. Los primeros nos pueden ayudar a desarrollar aportaciones más trabajadas y contrastadas con otros puntos de vista, se puede trabajar para definir soluciones conjuntas o para determinar cuáles son los temas de acuerdo o discrepancia. Si se utiliza la participación virtual, esta puede ir más allá de una encuesta o formulario, actualmente existen plataformas específicas para procesos participativos que permiten la interacción entre usuarios, dar apoyo a propuestas y el debate en red.

Procesos relevantes y vinculantes: todo proceso participativo debe ser relevante para una parte o para el conjunto de la población del municipio. Esto quiere decir que debe ser útil para transformar la realidad. Por lo tanto, cualquier proceso que se desarrolle debe ser vinculante. Esto no quiere decir que no se deban aplicar filtrados técnicos, pero estas limitaciones deben ser claras, públicas y acordadas al inicio del proceso, con el fin de no generar falsas expectativas o camuflar de 'criterio técnico' aquello que realmente es una decisión política.

Existencia de un Grupo motor: la ciudadanía debe ser partícipe en la medida de lo posible en el planteamiento y definición del proceso participativo, es decir, no solo debe participar, sino que debe contribuir a determinar cómo se debe hacer. En cualquier proceso debe haber un Grupo motor ciudadano o mixto (ciudadanía + administración) que impulse el proceso y haga el seguimiento.

Josep Mañé Chaparro Militante de la CUP de El Vendrell Miembro de Som Poble

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