Aunque hablemos de vuelta al colegio, ¿esta requiere cada año una nueva adaptación, tanto para los padres y madres como para los alumnos?
Se requiere una adaptación más mental que física. Es muy positivo volver a las rutinas si estas nos ayudan a vivir mejor, a tener más tiempo y más espacio para las cosas importantes. El colegio es importante y por lo tanto le daremos el espacio que le toca, pero es necesario que esta adaptación conlleve la reordenación de las prioridades de cada familia y vivir estos días en positivo. La rutina no tiene por qué ser negativa sino al revés.
¿La tarea de los educadores se vuelve clave para educar a los niños y niñas en los valores de igualdad y rechazar prejuicios, estereotipos y cualquier tipo de discriminación?
Los educadores tienen un papel muy importante, pero por extensión de quien tiene el papel más importante, que es la familia de cada alumno. Cuando se establecen sinergias y se tejen confianzas entre las familias y el profesorado todo es mucho más fácil. Es importante que un centro educativo tenga un proyecto claro y transparente que vaya más allá del marketing, que tenga detrás algo por lo que valga la pena trabajar. Debemos ser conscientes de que estamos modelando un tipo de persona a través de un modelo educativo, el cual no siempre es necesario compartir al 100% con los padres y madres. La confianza es clave para llevar adelante una tarea educativa común en casa y en el colegio. Uno debe saber a qué tipo de colegio lleva a sus hijos. Cada colegio debe ser aquello que ha dicho que es, no dejarse mover por las innovaciones del momento y establecer un proceso de mejora continuado, un hecho que ya supone una innovación.
Para los alumnos, el colegio debe ser la segunda casa, pero la casa debe ser la primera escuela
Hay que distinguir entre ambos espacios, porque estamos formando personas, no llenando cabezas de contenidos o conocimientos. Mientras hacemos cualquier asignatura, estamos formando en el rigor, en seguir un procedimiento hasta el final, en resolver un problema desde ópticas diferentes, a escuchar y educar la discrepancia, los diferentes enfoques, a encontrar soluciones divergentes. Todo esto lleva a educar el espíritu crítico, a no tener miedo de hablar de lo que sea necesario, respetando siempre la libertad de las conciencias en todos los ámbitos. Esto no quiere decir ocultar o callar aquello que no me interesa tocar, porque esto ya es tomar parte. Callar una cuestión que pueda ser compleja ya es una manera de no educar en aquel valor, y cualquier profesor lo ha estado haciendo toda la vida. Ahora podemos estar pasando una época más crítica en este sentido y en cierta manera se puede hablar de autocensura, pero un profesional la sabe encarrilar sin dejar de educar.
¿Qué piensa de la incorporación progresiva de las nuevas tecnologías en el sistema educativo y en la vida de los estudiantes?
El colegio no puede dar la espalda a aquello que es ordinario en todas las casas. Las nuevas tecnologías se deben utilizar en el ámbito educativo bajo unos criterios responsables y unas reglas claras. Habrá momentos en los que no será necesario utilizar un móvil o un portátil. Desde la vertiente educativa, existe el riesgo de que esta tecnología pueda generar un problema de gestión de la libertad y de la organización de los alumnos. Si estos siempre recurren a estos aparatos para hacer todo aquello que cuesta, todo sería tan fácil que quizás podríamos hacerlo a distancia y no sería necesario ir al colegio.
En nuestro país, la educación diferenciada es minoritaria. Desde el punto de vista pedagógico, ¿nos encontramos ante un anacronismo educativo o es una opción razonable?
A menudo hablamos de educación mixta refiriéndonos a la coeducación y podríamos discutir sobre si el colegio mixto, por el simple hecho de llamarse así, está coeducando. Todos los colegios buscan alcanzar la igualdad de oportunidades entre chicos y chicas sin estereotipos de género. La educación diferenciada separa, no segrega, y organiza la atención escolar y a la diversidad teniendo en cuenta que los ritmos madurativos e intereses del alumnado en un momento determinado son diferentes entre chicos y chicas. En algunas edades no se nota tanto y en otras se nota más. Poder trabajar de manera separada esta cuestión no es cerrarse a nada, sino que es una opción más que debe existir como la propia pluralidad de metodologías. No hay una ideología pedagógica exclusiva. Todo el mundo tiene derecho a vivir, a mantener y a interpretar el derecho a la educación desde una perspectiva abierta, plural y de libertad.
¿La educación diferenciada entre niñas y niños atiende a factores estrictamente sociológicos o también tiene en cuenta una vertiente biológica?
La neurobiología es una ciencia auxiliar de la pedagogía que ofrece fundamentos biológicos a la educación y está haciendo avances sobre cómo las personas aprendemos. Los resultados son cada vez más positivos, aunque aún sean discutidos. Estos nos hacen ver que la educación diferenciada podría ser una opción a la que se debe dar una atención, porque es un modelo que funciona, que tiene rigor, que gusta a determinadas familias y solo por este motivo se debe seguir investigando, a pesar del poco dinero que se está dedicando.
Por lo tanto, ¿cree que se debe seguir ofreciendo este tipo de educación?
Hay que respetar la libertad que tiene cada familia a la hora de elegir el modelo educativo que más le guste. Se debe mantener la diferenciada porque estamos en un país plural, la sociedad es plural, la catalana aún más, y por lo tanto deben existir diversos modelos educativos, colegios y metodologías pedagógicas. Todas ellas deben poder trabajar juntas y aprender las unas de las otras en un sistema inclusivo. Es importante apuntar hacia la personalización del aprendizaje e impartir métodos pedagógicos que apoyen esta aproximación a las características individuales de cada alumno. Todo esto sin menospreciar la necesidad de aprender a trabajar en equipo, a participar de la vida social, de adoptar virtudes, a saber perder y a saber ganar. El colegio facilita los aprendizajes, pero también se deben tener muy claros los objetivos que se pretenden, y hoy en día se opta por un modelo de educación por competencias. Hacer competente a una persona es integrar los conocimientos, habilidades y destrezas para que esta pueda dar respuesta a lo largo de su vida a los problemas y retos que se le planteen. En esta sociedad vamos tan acelerados que debemos ralentizar la educación, no podemos ir corriendo para acabar un temario.
¿Considera que las instituciones gubernamentales dan el apoyo necesario para seguir ofreciendo este tipo de educación?
Un gobierno lo forman unas personas escogidas a partir de un programa electoral, las cuales tienen un punto de vista de la sociedad y luchan para cambiar este mundo de acuerdo con aquello que pretenden. Si este programa acaba obteniendo el poder, el cual se deriva de una serie de confianzas permitidas por el juego democrático, los gobernantes deben tratar de imponer su modelo respetando otros enfoques igualmente legítimos sobre cómo entender el mundo. Quien considere que aquel no es el modelo adecuado debe hacer lo posible para cambiar las reglas del juego de quien está gobernando. Todo el mundo tiene derecho a vivir, a mantener y a interpretar el derecho a la educación desde una perspectiva abierta, plural y de libertad.
El sector de la educación fue uno de los afectados por los recortes presupuestarios durante la crisis económica. ¿Cree que se está revirtiendo la situación?
Se está recuperando más lentamente de lo que parece. No soy partidario de destinar el 6% del PIB a la educación, que es una de las afirmaciones que más hemos oído últimamente. Es evidente que cuanto más dinero se destine mejor, pero, a veces, lo importante no es poner un dato económico global a un sector determinado, sino tener en cuenta otros aspectos trascendentales, como son la salud, los servicios sociales y todo aquello que más afecta a las personas. El decreto de plantillas estándar no se debe aplicar de manera generalizada, sino de manera personalizada.
¿Considera que se está potenciando demasiado las materias más técnicas y teóricas en detrimento de una enseñanza más artística o emocional?
El enfoque fragmentado en asignaturas hace que a menudo se echen en falta ámbitos diversos del mundo. Debemos buscar un sistema integrado que permita trabajar de una manera muy competencial e integrada. Implantar un proyecto educativo, una guía de trabajo autónomo que integre habilidades y destrezas permitiría un aprendizaje más humano y emocional en medio de todos estos contenidos. Sin emoción ni motivación no puede haber aprendizaje. Si todo esto se integra es más fácil alcanzar el aprendizaje de estas competencias, mientras que si lo fragmentamos resulta mucho más difícil. Pienso que se le debería dar más espacio a asignaturas como la plástica, la música o la educación física, las cuales fomentan, entre otras cosas, la creatividad organizativa.
Entonces, ¿qué tres asignaturas potenciaría más durante las etapas de educación primaria y secundaria?
Las mismas en ambas etapas: la comunicación oral, escrita y todo lo que guarde relación con el razonamiento y las destrezas matemáticas. En este mundo todo son matemáticas y se debe encontrar la manera de hacerlas agradables, no solo mecánicas y repetitivas. También habría que dejar de hacer las lenguas tan técnicas o teóricas y enfocarlas mucho más a la vertiente comunicativa, tanto oral como escrita.